La Casa Rosa -sede temporal de la Presidencia de la Junta- acogía ayer el primer encuentro oficial entre ambos mandatarios desde que Griñán sucediera a Chaves tras su marcha al Gobierno central, consonancia anterior que se ha visto traducida ahora en el respaldo del ministro de Política Territorial a las peticiones del actual dirigente andaluz.
Según explicaba Griñán, Andalucía “estaría dispuesta a apoyar” el sistema de financiación autonómica si se mantiene en la futura reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) las premisas que ayer aceptaba Chaves: establecer la población como criterio base para el modelo de financiación; incluir entre las ponderaciones la población en edad escolar (la Junta aceptaría la dispersión y la insularidad que piden otras regiones); mantener el status quo actual entre comunidades (ninguna perdería); que el esfuerzo fiscal se entienda como igualdad normativa; y que el Fondo de Compensación Interterritorial no forme parte del de Cooperación.
La ponderación de la población en edad escolar en no menos del 20%, según el presidente de la Junta, permitiría que Andalucía percibiera en el nuevo modelo (que baraja una cuantía total de 9.000 millones de euros) “no menos del 18,75%” del total, frente al 18,46% actual, aunque aún está alejado del 19,05% que representaría el total de la población andaluza en el conjunto del Estado.
Además, Andalucía pretende que, al igual que se pondera en la actualidad, en materia sanitaria y de servicios sociales, la población por encima de los 65 años, también se incluya otra ponderación de otros “grupos sectarios” que más consumen en Sanidad, entre ellos los menores de 0 a 4 años.
Tanto Manuel Chaves como José Antonio Griñán insistieron en que el modelo actual ha provocado “mucha desigualdad e insuficiencia”, coincidiendo en el objetivo de que el nuevo sistema financiero “cierre el abanico” y acerque la financiación per cápita entre comunidades, que es de 900 euros entre las regiones que más y menos reciben.
No a las balanzas fiscales
Ambos coincidieron en señalar que el modelo no debe basarse en las balanzas fiscales, consideraron que “lo que se recauda no puede ser un elemento de discriminación” y que el esfuerzo fiscal siempre debe entenderse en términos de igualdad normativa.
Ante la posibilidad de que Cataluña, o incluso Andalucía, pudieran quedar descolgadas del nuevo modelo si no se atienden sus reclamaciones, Chaves confió en las negociaciones y apuntó que se realizarán “todos los esfuerzos por acercar posiciones”. “Soy optimista”, señaló, aunque pidió prudencia y respeto para todas las comunidades en espera de que el Gobierno presente la propuesta definitiva en el CPFF, que debería ser convocado por la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, antes del próximo 15 de julio.
También se abordó la liquidación de las entregas a cuenta de los años 2007, 2008 y 2009, en las que se ha recibido más de lo recaudado, de forma que puedan ser devueltos en varias anualidades, extremo que ya estudia el Ministerio de Economía.
Además del modelo de financiación, el presidente de la Junta solicitó al ministro la transferencia de las competencias sobre Costas (para abordar la problemática de los chiringuitos, “muy difícil de explicar”, según Chaves, cuando se sale de Andalucía); sobre los Cercanías (antes debe definirse el nuevo modelo de gestión andaluz) y de la inspección de trabajo en los aspectos de relaciones laborales. Según el vicepresidente, en septiembre u octubre una comisión técnica se sentará a abordar de manera “seria y rigurosa” estas reivindicaciones.
El PP ve la reunión un “paripé” e IU, como un “fracaso”
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, calificó ayer la reunión entre el vicepresidente segundo y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, y el presidente andaluz, José Antonio Griñán, como un “café entre amigos” y un “paripé” que “consuma la traición” de ambos a Andalucía a través del nuevo modelo de financiación autonómica, que será “claramente perjudicial” para los andaluces, vaticinó.
Por ello, pidió que Griñán comparezca en el Parlamento antes de que se llegue a un acuerdo y para que “aún podamos salvar los muebles”, y reprochó que no intervenga con Andalucía la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que sí lo hace con Cataluña y lo hará con Galicia.
Por su parte, el coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, consideró que la reunión ha supuesto un absoluto fracaso para los intereses de Andalucía.
Valderas exigió al presidente de la Junta que “no maquille números para justificar que la Comunidad no recibirá el 19,05% que le corresponde por población”, según un comunicado de la coalición.
Para Valderas, todo lo que no sea esta cantidad será un fraude para el pueblo andaluz y un grave incumplimiento del Estatuto de Autonomía.
El responsable andaluz de la federación consideró que de la reunión no ha salido “nada claro ni nada nuevo” para los intereses de los andaluces en materia de financiación.
Por ello, pidió la comparecencia de Griñán en la Comisión Permanente del Parlamento andaluz para que dé cuenta de la reunión y de los que han acordado sobre el futuro de los ingresos de la Junta.
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