Me queda la palabra

"El Renacer del Monstruo"

Como lectura, un verdadero divertimento, que se hace tan agradable que te empuja a no dejarla o a reanudar la tarea si no has tenido otro remedio que detenerte.

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Hacía tiempo que no aparecía una novela en el panorama literario español que despertase tanto el interés como esta de Sergio Polo Sánchez. Quizás la rabiosa actualidad y la incertidumbre sobre lo que nos depararán los próximos años provocan que la curiosidad venga a multiplicar las  inquietudes que empujan a emprender la aventura que nos ofrece.
Sin entrar en detalles de las circunstancias que llevan al autor a plantearse escribirla, cosa que se explica con suficiente claridad en la solapa del libro, es relevante destacar que se trata de una ópera prima y como tal hay que valorarla, con toda la frescura que esto ha de traer, pero con todos los riesgos que acarrea una primera incursión en un mundo tan difícil como es el mundo de la literatura.
Antes de enfrentarnos a una obra de quien se desconoce hasta su autor es de esperar que se busquen referencias que nos orienten. Si alguien se acerca a las opiniones vertidas en internet, tanto de lectores como de la crítica especializada, al menos quienes aparecen, la obra goza de las simpatías de la mayoría lo que ya es una garantía, hecho que invita a animarse a su lectura.
Partiendo de un encuadre bastante original al situar la acción en un futuro muy próximo, desde marzo de 2019 a junio de 2024, en un entorno sociopolítico probable que pone el foco en un hecho tan importante como unos resultados electorales en nuestro país, que al no ser a gusto de determinados intereses provocan una reacción en absoluto tolerable en un modelo de sociedad como el que nos rige. Los movimientos, a muy diferentes niveles, muestran que se apuesta muy fuerte y que se está dispuesto a lo que se precise por reconducir la situación por donde interesa a los promotores. Ante este panorama nada deseable, las primeras páginas resultan muy atractivas y como consecuencia de ello, a lo que se debe sumar la agilidad del relato, se explica el entusiamo que esta generando este libro, que se erige en uno de los últimos fenómenos editoriales, dentro de la precariedad que la novela y la literatura en general sufren en esta época.
No cabe la menor duda que la sorpresa del principio deja un poco escéptico al lector según van pasando las páginas, sin que esto signifique que degenere ni mucho menos. La estructura de la narración, que presenta de forma muy dinámica la aparición muy bien dispuesta de los distintos personajes inmersos en sus particulares líneas convergentes, denota un buen hacer que recuerda a escritores más curtidos como los escritores americanos del thriller del siglo pasado, como Tom Clancy o John Grisham, por la maestría con la que maneja las situaciones, sin que se pierda la intensidad donde más se necesita.
Sería poco realista buscar comparaciones con maestros de la novela de los últimos años en España, como Almudena Grandes, Manuel Vázquez Montalbán, Ana María Matute, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Carlos Ruiz-Zafón, Rosa Montero o Arturo Pérez-Reverte, por citar algunos de los más conocidos; pero es innegable que Sergio Polo Sánchez  tiene muchos valores y que en esta obra atesora méritos para que se le siga teniendo en cuenta.
Técnicamente se le puede exigir más: los diálogos resultan mejorables y, a veces, las descripciones complementarias se muestran innecesarias y de poca importancia para el texto. El interés del principio con un análisis tan actual como posible, decae un tanto, pues del brillantísimo inicio se pasa una preocupación mucho más concreta por la trama, fruto posiblemente del acercamiento a los personajes, que olvida en gran parte el sostén ideológico del planteamiento. Pero, a pesar de todo, valorando en conjunto todo lo que apunta la novela, en especial en cuanto al clima político que determina el inicio de los hechos, nos permite calificar la obra como muy interesante.
Sí se puede cuestionar que toda la exposición de condicionantes socio-políticos con una tremenda potencialidad, se diluyan en la historia personal de los personajes principales, que son quienes asumen el papel fundamental de la obra. Pero si se mira con objetividad, no tienen porqué ser nuestras expectativas quienes determinen el desarrollo, la elegida es la opción del autor para lo que tiene todo el derecho.
Política de altos y bajos vuelos, intrigas, corrupción, intereses espurios, abuso de poder, violencia, manipulación, sexo, sacrificio, amor, aventura... son  muchos y muy variados ingredientes para hacer atractivo el plato.
Como ya se ha dejado claro que nadie vaya buscando un texto de profundo contenido político, pues las expectativas se le pueden hundir en la desilusión. “El Renacer del Monstruo”  es por encima de todo un buen thriller muy bien desarrollado.
Como lectura, un verdadero divertimento, que se hace tan agradable que te empuja a no dejarla o a reanudar la tarea si no has tenido otro remedio que detenerte. Quizá es lo que mejor define esta obra y es lo que gran parte de los lectores buscan. Objetivo cumplido.
A quien le apetezca, que la disfrute.

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