El sector aceite de oliva español sigue en plena ebullición ante las excelentes perspectivas de negocio en los mercados exteriores y la creciente pujanza de las compañías españolas, fundamentalmente andaluzas. A la alianza entre Dcoop y Pompeinan para crecer en EEUU, mercado al que también se orienta otra alianza entre la sevillana Acesur y la cordobesa De Prado, se unen ahora los planes de crecimiento en España de una de las firmas centenarias italianas que aún conserva su perfil de empresa familiar: Coricelli.
La compañía, que controla Aceites Abasa en Baena (Córdoba) desde hace más de una década, ha fichado hace un mes de José Manuel Rodríguez Halcón, hijo del fundador de Agro Sevilla, José Manuel Rodríguez Bordallo. Halcón, que era el director financiero del gigante aceitunero andaluz que fundó su padre, se desvinculó de Agro Sevilla a final del pasado año cuando el consejo rector de la cooperativa decidió que el sucesor de Bordallo fuera Juan Ignacio Montaño.
Coricelli, una empresa de tamaño medio con ingresos de entorno a 100 millones de euros, ha sufrido indirectamente en sus ventas el daño reputacional del aceite italiano. Y apostará ahora por el aceite español. Rodríguez Halcón ha sido nombrado consejero tanto en la matriz del negocio en España como en la filial creada en 2015 Aceites y Exportaciones del Sur. Lo que está descartada es la entrada de Coricelli en el sector de la aceituna de mesa.
Pietro Coricelli España, filial nacional del grupo transalpino que agrupa sus negocios en el país, ha decidido impulsar su actividad en la planta envasadora de Abasa en Baena, que hasta ahora embotella una cantidad testimonial de aceite (medio millón de litros al año). Su papel dentro de Coricelli venía siendo el de actuar como cabecera para aprovisionarse de aceite español con destino a Italia.
Rodríguez Halcón podrá aportar ahora toda su experiencia en la gestión financiera de la exportación, ya que Agro Sevilla es el primer exportador mundial de aceituna de mesa, con sólidas posiciones con grandes clientes en EEUU, Oriente Medio y con experiencia industrial en América Latina (Argentina, donde cerró su planta, y Chile, donde se mantiene).
Fraude
Los problemas que atraviesan las marcas italianas en un mercado tradicional para este país, y que ha venido liderando, como EEUU ha llevado ahora a un movimiento contrario al habitual: son los italianos los que vienen a España a crecer y exportar aceite español ante la buena imagen y creciente cuota de mercado del zumo de aceituna nacional en el exterior. Los problemas del aceite italiano en EEUU han venido por una doble vía: la investigación sobre la venta de aceite de oliva virgen extra que realmente solo era virgen por parte de las marcas italianas Bertolli, Carapelli o Sasso (todas ellas propiedad del grupo español Deoleo); y la venta de aceite etiquetado como italiano cuando en realidad es español, griego o de otros países mediterráneos.
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