Su inauguración fue motivo de júbilo no sólo para los mayores, sino para las autoridades que vieron culminados sus esfuerzos después de los contratiempos que sufrió el proyecto, pues a la terminación de las obras hubo que esperar un buen trecho para ver instalado el equipamiento. El simbólico corte de cinta corrió a cargo de la alcaldesa de la ciudad, Josefa Caro, quien se hizo acompañar para el gesto de prácticamente todo su equipo de Gobierno. Quien no podía faltar a la cita era el presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de María Auxiliadora, Cristóbal Castellano, quien se deshizo en agradecimientos hacia el Gobierno municipal por haber creado un centro moderno, espacioso y con varios de los servicios demandados, a sabiendas de que el anterior centro provisional ha cumplido un ciclo como lugar de reunión y actividades para los suyos. En esta dirección, Castellano Montes agradeció en especial a la dirección parroquial de María Auxiliadora que durante años haya cedido de forma desinteresada el local anexo a la iglesia del que se han servido hasta ahora los mayores.
Fue precisamente el párroco de María Auxiliadora, el padre Juan Manuel Sotelo, quien derramaría el agua bendita sobre las nuevas instalaciones, acompañando el acto con el rezo de las tradicionales oraciones en agradecimiento a Cristo por su intercesión. Las primeras palabras de la velada fueron de la alcaldesa, en particular para desear a los mayores que el nuevo centro sea un lugar lleno de vida, capaz de aglutinar su inquietud plasmada en sus distintas actividades y para que los mayores lo disfruten “con salud”, que llegada una edad es, sin duda, lo más importante.
Josefa Caro tuvo una mención especial para su compañera delegada de Servicios Sociales, Ana González, cuyo área ha seguido con tenacidad el desarrollo del proyecto y su puesta en marcha. González señaló posteriormente su satisfacción personal por la culminación del centro de mayores, aunque admitió que su equipo de Gobierno tiene pendiente la inauguración del centro de día de la zona alta a la espera de rematar unos trabajos de carpintería, con lo cual su delegación habrá puesto en marcha dos centros de estas características en los últimos seis años.
El acto inaugural quiso reunir a la flor y nata de la sociedad del barrio. En nombre de la primera asociación de vecinos, su presidente, Fernando Pastor, agradeció el esfuerzo e implicación del Ayuntamiento en este proyecto, aunque matizó que finalmente no ha sido “un centro de día”, sino “de mayores”, a lo cual no restó mérito ante el hecho de unas instalaciones dignas y prácticas, reconoció el presidente. Por su parte, el presidente de Asociación de Discapacitados Disarcos, Juan Vega, valoró especialmente -no podía ser de otro modo- un local exento de las barreras arquitectónicas que lleva tanto tiempo denunciado por todo Arcos y la provincia.
La inauguración tocó fin con un ágape servido por el Ayuntamiento, al que se sumaron también integrantes de la Asociación de Mujeres Arco de Matrera y de la Asociación Parroquial de María Auxiliadora.
los datos
La ejecución del centro comenzó hace unos tres años después del convenio alcanzado con la empresa que construyó las viviendas contiguas. El Ayuntamiento acondicionó el local en bruto con un presupuesto cercano a los 120.000 euros. El centro dispone de unos 250 metros cuadrados de superficie repartidos en varias estancias dedicadas a talleres, oficinas, zona de reunión, juegos de mesa, barra, asesos y otros servicios. En octubre pasado el Ayuntamiento organizó una visita guiada para que los mayores conocieran el centro. El edificio ya estaba concluido entonces a la espera de la dotación del mobiliario gracias a la subvención de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. Con ello ha entrado en servicio un centro que espera aglutinar la vida social de los mayores del barrio y con el que reforzar las relaciones humanas, culturales e intelectuales de quienes un día lo dieron todo por las sucesivas generaciones.
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