Los principales responsables de este proyecto, la mayor inversión privada de Sevilla y de la minería española en las últimas décadas, mostraron ayer su convencimiento de que CLC no causará ningún daño ambiental durante sus 15 años de explotación tras las nuevas "garantías adicionales" medioambientales que han implementado, presupuestadas en 28 millones de euros.
Estas garantías se presentaron después de que la mina fuese paralizada en mayo del año pasado al comprobar la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que CLC incumplía las exigencias ambientales.
Este yacimiento, que se extiende por 946 hectáreas de los municipios sevillanos de Gerena, Guillena y Salteras, se ubica a más de 140 metros de profundidad y bajo del principal acuífero del área metropolitana de Sevilla, por lo que CLC se comprometió a reinyectar toda el agua subterránea que extrajese para alcanzar el cobre, sin pérdidas y sin contaminarse con la veta de minerales pesados.
CLC aceptó estas exigencias pues este yacimiento de cobre es uno de los más rentables del mundo, con unas reservas de 17,6 millones de toneladas de una riqueza del 6,2 por ciento, de siete a doce veces superior a la habitual.
La pérdida y contaminación de agua del acuífero motivó en septiembre del año pasado un denuncia de Ecologistas en Acción, asumida como querella por la Fiscalía y que actualmente investiga el Juzgado 19 de Sevilla.
Los responsables de CLC, empresa que ha afrontado un lucro cesante de 365 millones de euros durante el año de paralización de la actividad, destacaron ayer su convencimiento de que las nuevas medidas medioambientales propuestas serán aceptadas.
Con todo, Juan Carlos Baquero, director del departamento de aguas de CLC, admitió que el nuevo sistema propuesto, que depura el agua extraída del acuífero para devolverla descontaminada, sólo es capaz de reinyectar un 90 por ciento del volumen extraído, por lo que la empresa ha propuesto comprar el 10 por ciento restante a regantes de la zona para compensar este déficit.
No tienen en mente que rechacen sus medidas de depuración
Preguntado por la posibilidad de que estas nuevas medidas no se autoricen por la Junta de Andalucía, espetó: "Si no hubiera autorización pensaríamos en otra solución pero esa posibilidad no cabe en mi mente porque mantenemos contactos de gran agilidad con la Junta de Andalucía".
Cobre Las Cruces es la primera explotación minera del mundo que utiliza un novedoso sistema hidrometalúrgico para extraer el cobre del mineral sin pasar por una fundación, sino por un proceso de lixiviación que se logra con la agitación y exposición al ácido sulfúrico y al calor del mineral, y otero de electrólisis, que facilita su conversión en cátodos para su comercialización.
Este novedoso proceso, que permite emplear solo 9 días en la transformación del mineral bruto en cátodo de cobre, podría ser empleado por otras explotaciones mineras de la faja pirítica andaluza.
CLC ha desembolsado ya 30 millones de euros para avales medioambientales y sociales, y otra cifra similar para un seguro de responsabilidad civil, y tiene previsto invertir 250 millones de euros más durante los 15 años de explotación previstos, de los que recuperará 53 millones en subvenciones y subsidios.
Su facturación anual ser estima en 225 millones de euros con un precio del cobre de 4.000 dólares la tonelada y prevé vender un millón de toneladas de cobre catódico en sus 15 años de explotación.
La mina generará entre 220 y 250 empleos directos, otros 250 indirectos y hasta 1.500 inducidos, casi la mitad de ellos en esta deprimida comarca sevillana.
El 70 por ciento del capital social de Cobre Las Cruces pertenece a la multinacional canadiense Inmet Mining Corporation y el 30 por ciento restante al grupo estadounidense Leucadia National Corporation.
Cuando este yacimiento funcione a pleno ritmo producirá un 25 por ciento de todo el cobre que se consuma en España.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es