Finalmente las obras ya se han ejecutado y cualquiera que circule en estos momentos por dicho tramo podrá observar como desde la carretera apenas se pueden percibir los bloques de los laterales en ese trozo de casi un kilómetro. Sin embargo, el problema principal es que días atrás y sin motivos aparentes, ya que no ha habido ni fuertes vientos ni lluvias, se han caído a la CA-33 restos de las barreras acústicas, concretamente trozos de lamas que, por fortuna, no han provocado ningún tipo de accidente a pesar de la gran cantidad de tráfico rodado que soporta dicha carretera diariamente.
Inclusive se tuvieron que personar agentes de la Guardia Civil en la zona para evitar males mayores y posteriormente operarios de la empresa que se han encargado de colocar las barreras acústicas para retirar del asfalto los restos. Este hecho ha provocado de nuevo el malestar de los vecinos de la zona, mucho de los cuales asistieron atónitos a lo que estaba sucediendo.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es