Los idiomas, nunca con prisas ni sin contrato

Decisión tan delicada, la de enviar a un hijo al extranjero a estudiar un idioma, exige, a juicio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), calma y un análisis pormenorizado de las opciones y las condiciones del contrato.

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Decisión tan delicada, la de enviar a un hijo al extranjero a estudiar un idioma, exige, a juicio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), calma y un análisis pormenorizado de las opciones y las condiciones del contrato. 

OCU aconseja comenzar la búsqueda “con varios meses de antelación”, asegurarse de que el centro de enseñanza “tiene un mínimo de prestigio académico”, conservar la publicidad del curso y exigir siempre un contrato pormenorizado “antes de hacer ningún tipo” de pago anticipado, donde consten al menos las horas diarias de clase y el número máximo de alumnos por aula. 

También recomienda a los padres que verifiquen que la organización escogida dispone de un seguro que ampare cualquier imprevisto y, si se opta por convivir con una familia, todos los datos posibles de la misma: domicilio, ubicación, servicios con los que cuenta la vivienda, entorno... 

OCU, donde el año pasado tan sólo se recibió una reclamación por esta actividad, “lo que pone de manifiesto que la oferta funciona correctamente”, dicen en la organización, recomienda elegir una empresa adherida al Sistema Arbitral de Consumo y comprobar que la academia dispone de un corresponsal en el destino elegido. 

A estos consejos, Aseproce (Asociación de Promotores de Cursos en el Extranjero), añade otros, y entre todos el de elegir una organización “que cuente con experiencia”.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN