Fuentes de la Consejería explicaron a Europa Press que, además de las tareas de limpieza, se desarrollarán labores de conservación, restauración y de construcción de espacios expositivos en el interior del inmueble.
Según las mismas fuentes, la torre de Doña Blanca se construyó a finales del siglo XV y se considera un elemento “muy significativo” por el hecho de ser “el único testimonio de la época de la Reconquista que se mantiene en buenas condiciones”. Se trata de una cruz griega con una base de 12,25 por 12,45 metros y muros de un metro y 20 centímetros de espesor. A este edificio se le denomina popularmente Torre o Castillo de Doña Blanca, ya que la tradición popular la identifica como el lugar en el que sufrió prisión doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I. A lo largo de su historia sufrió varias modificaciones, como la instalación de una escalera en espiral, que será demolida para devolver el inmueble a su estado original.
Una vez que se adjudiquen las obras, lo primero que se hará será, precisamente, demoler dicha escalera y desmontar los forjados, la cubierta y la carpintería. Posteriormente, se llevará a cabo la limpieza interior y exterior, la protección de las estructuras existentes en muros y bóvedas asegurando su estabilidad mecánica y el arreglo interior para la construcción de un pequeño espacio expositivo, entre otras reformas.
En noviembre de 2006, la entonces delegada provincial de Cultura, Lola Caballero, visitaba el yacimiento para reconocer las obras que entonces se acometían para instalar tanto el centro de interpretación como la tienda de souvenir. Ya entonces anunció la intención del Ejecutivo andaluz de proceder a la rehabilitación de la torre Doña Blanca que se encargó a un arquitecto para que se acometiese la reforma en las cubiertas además de restaurar todo el interior para hacerlo habitable para los visitantes.
La acometida de estas obras se espera que comiencen este año, cuando se cumplirán 30 años desde que se constituyó el recinto arqueológico como tal y se iniciaron las excavaciones. El arqueólogo Diego Ruiz Mata ha pedido la ampliación del perímetro del Bien de Interés Cultural (BIC) y planteado además la necesidad de incluir en el nuevo PGOU un Plan Especial para las 200 hectáreas comprendidas en el BIC Doña Blanca.
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