El asturiano ejercerá como cineasta, pero desarrollará, con profundidad su faceta docente, frente a los 24 alumnos que se han inscrito en el curso Fotografía Cinematográfica. "Con sólo 20 años ejercí como director de fotografía en mi primera película, dándome cuenta que fue una falta de inteligencia y ejemplo de soberbia porque no sabía nada de la técnica, muy necesaria en esta profesión", decía Carlos Suárez.
De ahí, que el objetivo del curso sea enseñar a los alumnos que "un director de fotografía tiene que ser la mirada del director de la película en la que trabaja".
El planteamiento del curso busca la síntesis, por la escasez de días, abordando la filosofía de la luz y la iluminación y aspectos como la fotogenia, además de las herramientas, los efectos o el plató.
El edil de Cultura, José Montané, anunció el proyecto de habilitar algunas de las instalaciones del Banco de España en diferentes platós de cine para programar, de forma más amplia, el desarrollo de los cursos de la Escuela Municipal, para la que se están adquiriendo nuevas cámaras y otros materiales.
Carlos Suárez inculcará que la dirección fotográfica en una película es el papel de regalo y lazo de ésta, aludiendo a un envoltorio con diferentes lecturas según el espectador.
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