La sentencia, en la que se absuelve a la madre de un delito de agresión sexual continuada como cooperadora necesaria, considera que el acusado "atentó contra la indemnidad sexual de su hija adoptiva en múltiples ocasiones", varias de ellas en el domicilio familiar.
Asimismo recoge que el acusado, A. M. P, de 42 años y vecino de Baeza, agredió a la joven "siempre bajo la amenaza de causar grave daño a su madre, hermana o abuelos paternos en caso de que se atreviese a denunciar lo que le hacía".
Los abusos se produjeron hasta que en diciembre de 2005, la joven, que entonces contaba con 18 años, se fue a vivir con su pareja, denunciando los hechos en enero de 2006.
Como consecuencia de todas las agresiones sufridas, que "consistieron no solo en tocamientos sino también en penetraciones anales, vaginales y felaciones", la joven presenta transtornos psicológicos, necesitando tratamiento en salud mental.
Por estos hechos, el acusado ha sido condenado a 13 años y medio de cárcel por un delito de agresión sexual continuada y la prohibición de comunicar y acercarse a la joven durante 15 años, a seis meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de condena y deberá indemnizar a la víctima con 25.000 euros por los daños físicos y psicológicos causados.
El acusado ha sido absuelto de un delito de malos tratos habituales, al igual que la madre de la chica, que estaba acusada de ser cooperadora necesaria de los hechos.
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