En rueda de prensa en Níjar (Almería) dijo que con esta reunión bilateral se cumple el compromiso adquirido con Andalucía, Canarias, Murcia y Valencia, las principales comunidades productoras de tomate, para que la próxima renovación del acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos no perjudique al sector agrícola español.
Detalló que, tal y como acordó con los titulares de Agricultura de estas cuatro comunidades, el MARM contactó con el Reino de Marruecos para proponerle esta reunión en la que buscar el "entendimiento bilateral" en materia agrícola, de manera que "cualquier tipo" de actividad entre sendos países vinculada a este sector se desarrolle "con absoluta normalidad".
Tras esta petición, las autoridades del país vecino han accedido a abrir este diálogo y, además, se han comprometido a iniciar ya los trabajos para elaborar un documento técnico que, una vez concluya, dará paso a la discusión política, según ha explicado.
Espinosa avanzó que sus intenciones en este sentido pasan por establecer con Marruecos un modelo "similar al que tenemos con Francia" que, consideró, ha dado "muy buenos resultados" puesto que España tiene ahora una balanza positiva comercial en materia agrícola con respecto a las producciones galas.
Tras informar de que las negociaciones entre la Unión Europea y Marruecos para la renovación de su acuerdo se encuentran en suspenso, opinó que el tiempo durante el que éstas continúen detenidas servirá a España para "mejorar lo que puedan ser futuras negociaciones y dar una estabilidad al sector del tomate".
Pide tranquilidad y respeto al sector
A propósito del malestar que ha generado entre el sector y algunos territorios la negociación de este acuerdo de asociación, pidió "tranquilidad" y, sobre todo, "respeto" a Marruecos en lo que denominó "nueva fase" de negociaciones bilaterales, en tanto no se conozcan las demandas "reales" de las autoridades del país vecino.
Insistió finalmente en que el Gobierno central, que mantiene contactos semanales sobre este asunto con la Comisión Europea, persigue defender los intereses españoles en la renovación del acuerdo, tras lo que admitió que hay sistemas como el de precios que "habrá que perfeccionar".
En marzo de este año, las comunidades que concentran el 90 por ciento de la producción española de tomate firmaron una declaración para exigir que España, principal productor de la UE, no resultara dañado por la revisión del acuerdo de asociación con Marruecos que, en lugares como Andalucía, podría suponer una caída de la renta agraria del 12 por ciento.
Las organizaciones agrarias, que han protagonizado varios actos de protesta al entender que esta renovación se traducirá en una liberalización del mercado, han insistido por su parte en los últimos meses en que Marruecos incurre de forma constante en incumplimientos del vigente acuerdo tanto en contingentes como en precios mínimos de entrada.
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