Dos rosas en el estercolero

Dos miembros destacados del Colectivo Janda, Manuel Jiménez Barrios y Juan Cornejo, ocupan lugares destacados en el nuevo proyecto socialista

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A principios de los 90, cuando el PSOE de Cádiz se dividía entre peralistas y varguistas, y entre ellos no cabía ni un alfiler, surgió una tercera vía que se autodenominó  Colectivo Janda. Defendía una rabiosa renovación del socialismo para hacerlo más permeable a las nuevas generaciones y proponía una batería de medidas contra el enchufismo y la corrupción,  Pero también puso las luces largas para aprehender el futuro económico de la provincia. Entre otros, formaron parte de él los hermanos Blanco –Pepe y Paco-, Francisco González Cabaña, Manuel Jiménez Barrios y Juan Cornejo.  Con el nuevo siglo, con Perales y Pizarro como dueños y señores, Colectivo Janda vio cómo uno de sus miembros más destacado, el alcalde de Benalup, Francisco González Cabaña, alcanzó la secretaría general. Sin embargo,  Cabaña, en la pelea que Chaves y los suyos protagonizaron contra Griñán, se situó justo enfrente del grupo duro del jandismo, que apostó por el nuevo presidente andaluz. Los jandistas se salvaron por la campana en una noche electoral en la que de haber ganado Javier Arenas por mayoría absoluta, hubieran sido pasados a cuchillo allí mismo, en un hotel sevillano, junto a Griñán y Susana Díaz, que era entonces la mala más mala entre las malas.  Micaela Navarro, allí presente en vez de en Jaén, estaba preparada para ser coronada tras el acto jacobino.
Sin embargo, sonó la flauta y Griñán salvó los muebles del PSOE y pudo formar Gobierno con IU. Gracias a ello, Susana es hoy por hoy la lideresa andaluza indiscutible. Y dos miembros destacados del Colectivo Janda, Manuel Jiménez Barrios y Juan Cornejo, ocupan lugares destacados en el nuevo proyecto socialista. El chiclanero ha alcanzado recientemente la vicepresidencia del Gobierno. Aunque algunos le han querido segar la hierba bajo los pies, tachándolo de político blandiblue, nadie le ha podido negar su talante dialogante y pactista y pocos podrán cuestionar su radical sentido de la lealtad y la honradez. Por su parte, el asidonense se ha consolidado como número dos del PSOE-A. Aunque sus críticos sólo le otorgan la condición de simple correa de transmisión de Susana, la organización andaluza ha recuperado bajo su mando la unidad y los cantos de sirena no le han alejado de la calle ni de su gente. En fin, tanto Jiménez Barrios como Cornejo representan un cartel renovado del PSOE en la provincia, el éxito de un grupo de Pepitos Grillo. En aquellos artículos del colectivo encontrarán las claves para crecer como dos nuevas rosas en el estercolero de los ERE y los cursos de formación.

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