Diez mil linenses, apenas un 16% de la población de la ciudad tiene 65 o más años. De ellos, muchos, por su edad de entonces, de 1949, no guardarán ningún recuerdo del primer y único ascenso de la Balona a Segunda División. Un viejo sueño en blanco y negro que la entidad persigue de nuevo en los últimos años. Fue el 19 de junio de 1949 cuando el equipo albinegro venció al Mallorca por 2-0 y se alzó con la primera plaza de su grupo de la fase de ascenso y logró el ascenso al denominado Grupo Sur de Segunda División. El viernes se cumplieron 65 años de un ascenso de irrepetible que ahora aspira a repetir la entidad linense.
Antonio Belizón Misa era el presidente del club, que vivió con su llegada una buena situación económica que le permitió hacerse con algunos buenos jugadores que completaron una plantilla con buenos mimbres de casa, pero a la que le faltaba dar un salto de calidad para pelear por algo más tras seis campañas consecutivas en Tercera. El valenciano José María Cabo Puig fue el entrenador encargado de dirigir al equipo y sigue siendo el único que ha llevado a la Balona a Segunda División.
Juan Ayala y Juan Vázquez lideraban, como hombres de la casa, a aquel conjunto que pasó a la historia de la centenaria entidad. Fue el comienzo de la época más dorada del equipo albinegro, que jugó seis campañas consecutivas en la categoría de plata.
Temporada inolvidable
La campaña 1948-49 comenzó con una victoria del equipo linense en Melilla, un triunfo a domicilio que ya hizo pensar, desde el inicio, que los albinegros serían un equipo complicado de batir esa campaña. Aunque lejos de casa solo sumó tres victorias y tres empates, los albinegros se mostraron intratables en casa, en el campo de San Bernardo, donde solo cedió un empate en toda la temporada y terminó invicto en su feudo. Además, se consagró como el equipo más goleador del grupo VI de Tercera.
Sin embargo, la brillante campaña linense no fue suficiente para lograr el ascenso directo. Atlético Tetuán y Córdoba, dos potentes equipos en esa época, sumaron los mismos puntos que los linenses, 34. El baremo de enfrentamientos particulares favoreció a los norteafricanos, que acabaron como campeón de grupo, y a los cordobeses, que fueron segundos. Todos llegaban a la última jornada empatados a puntos, después de que en la penúltima el Atlético Tetuán, líder, perdiese fuera, mientras que el Córdoba ganó y aprovechó el empate linense en Jaén. Ni norteafricanos ni cordobeses fallaron en la última jornada en casa, lo que hizo que la histórica goleada de la Balompédica al Larache (11-1) no sirviese para cambiar las cosas, por lo que el ascenso directo fue para sus dos rivales.
Fase de ascenso
La Balona comenzó la fase de ascenso como un tiro, con dos partidos en casa que se culminaron con sendas victorias ante el Cartagena (6-1) y el Badalona (3-2). El reto en esta fase de ascenso era puntuar lejos de casa para terminar arriba. El primer intento, en la tercera jornada, fue fallido (2-0 en Mallorca), pero en la cuarta jornada un empate a dos en Cartagena le dejaba bien situado. en la quinta jornada, los linenses cayeron en Badalona (4-0).
Los catalanes y el Mallorca llegaban con 6 puntos a la última jornada, por 5 de los linenses y 3 del Cartagena. Los murcianos, ya sin opciones, vencieron al Badalona (4-3), mientras que la Balona completó la gesta venciendo por 2-0 al Mallorca y haciéndose con la primera plaza del grupo. La Federación Española aprobó a final de temporada una ampliación de la Segunda División que terminó dando el ascenso a los cuatro, lo que restó relevancia práctiva a aquella gesta una vez conseguida, pero no la alegría por el logro y el recuerdo que queda en La Línea.
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