“Queremos pasar página, pero han sido muchas puertas cerradas que al final se han abierto y un gran peso y sufrimiento para las monjas. Ha habido inconvenientes incomprensibles hasta última hora, y muy desagradables”, reconoció García Solano, en clara referencia, aunque sin citarlo directamente, a la actitud mostrada en la negociación por el representante del usufructuario de Paco Alba 5.
Precisamente esta cuestión -el desamparo de los inquilinos- fue la que a juicio de García Solano “cambió el escenario” que se había desarrollado hasta el momento y tras años de tiras y aflojas. De ahí que mostrara su “alegría” por la resolución del conflicto y porque se haya “logrado un millón de euros para La Viña”. “Es la mejor celebración en un día como hoy con tantos actos del Bicentenario. Si nosotros y las monjas lo hemos pasado mal, los que peor lo han pasado han sido los vecinos”, aseguró.
La superación de las dificultades han “reafirmado al Obispado en su camino de colaboración con las administraciones”, señaló García Solano, que destacó “el entendimiento” habido con la Oficina de Rehabilitación, “con la que hemos trabajado codo con codo y sin la que no hubiéramos podido hacer nada”, concluyó.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es