La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en Andalucía (COAG-A) ha exigido al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que apueste por la calidad del algodón y no por "intereses comerciales" de empresas de fitosanitarios.
En una nota, la organización agraria ha pedido que se dé respuesta a la petición realizada de forma conjunta por agricultores, desmotadoras y productores de semillas y autorice el uso del producto formulado con 'tidiazurón' como defoliante en algodón.
Según recuerda COAG-A, el 'tidiazurón' no es un producto nocivo. Si actualmente no está incluido en el listado de la Unión Europea (UE) es porque terminó el periodo de patente y actualmente es un genérico, con lo que no hay ninguna empresa que pida y promueva su inclusión. "Pero se usa en todo el mundo sin ningún tipo de problema". Su alta efectividad y su rápida acción defoliante permite adelantar entre diez y 15 días el inicio de las recolecciones, lográndose también una mejora de la calidad de la fibra, al reducirse las impurezas y las hojas verdes que producen calentamiento y afectan al color, todo ello sin provocar merma en la producción, apunta la organización agraria.
Además, COAG señala que el 'tidiazurón' es especialmente necesario en la presente campaña, debido a que las lluvias y las bajas temperaturas primaverales han retrasado prácticamente dos semanas las siembras en la mayor parte de las zonas productoras, por lo que se espera que las recolecciones comiencen más tarde. El no disponer de tidiazurón como defoliante agravaría esta situación, según indica COAG, pudiendo provocar consecuencias desastrosas para la producción y la calidad del algodón al coincidir la recolección con las lluvias otoñales.
Las posibles alternativas, patentadas por empresas muy potentes, "no sólo resultan bastantes más caras, sino que, tal y como muestra la experiencia de la pasada campaña plantean inconvenientes importantes" como que queman la planta reduciendo la producción y desecan las hojas sin que éstas lleguen a caer, por lo que se incrementa de forma considerable el porcentaje de impurezas, depreciándose la calidad de la fibra obtenida.
En la campaña pasada, esa pérdida de calidad fue, de media, de un grado, lo que unido al incremento de costes (por el mayor precio de los productos alternativos y por la necesidad de realizar más de una aplicación en ocasiones), provocó unas pérdidas de hasta 400 euros por hectárea.
Este año, se han sembrado unas 64.100 hectáreas, un seis por ciento menos que el año pasado. Pero el algodón sigue siendo un cultivo clave para la generación de empleo y riqueza en las zonas productoras. Actualmente, se cultiva algodón en 123 pueblos, repartidos por cinco de las ocho provincias andaluzas. En Andalucía, hay unas 6.000 explotaciones de algodón (el 92%, de menos de 20 hectáreas, lo que da muestra de su marcado carácter social) que generan más de 800.000 jornales.
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