El Área de Cultura del Consistorio cartayero ha instalado algunas de sus aulas municipales de cultura en la playa de El Rompido, donde los alumnos de los distintos talleres de verano que se han puesto en marcha para el periodo vacacional comparten su pasión por la expresión corporal o los pinceles.
Los alumnos de los talleres de pintura al aire libre y flamencoterapia comparten casi a diario este espacio desde el inicio de la temporada estival, para inspirarse contemplando el inigualable paisaje que se abre a sus ojos: en el primero de los casos para reproducirlo sobre sus lienzos, y en el segundo para relajarse al ritmo del mejor flamenco.
Según destaca la monitora del taller de flamencoterapia, Charo Angulo, el objetivo de su actividad es que los alumnos “muevan mucho los brazos, la cabeza, el cuello y, en general, toda la parte superior del tronco, ya que taconear sobre la arena es un poco complicado, lo cual viene muy bien a aquellas personas que tienen problemas de espalda, columna o de brazos”. No obstante para Charo, lo mejor es que el lugar “inspira mucha paz, lo cual es ideal para practicar flamenco al son de una música relajada”.
Por su parte Ana Botillo, la monitora de pintura, además de destacar la puesta en marcha de estos talleres al aire libre por primera vez, ha querido poner en valor la “idoneidad” del lugar elegido para ello, “ya no sólo por el paisaje o la playa, sino sobre todo por la luz, lo cual aprecian mucho los amantes de la pintura”.
Botillo también destaca que los alumnos aquí dan rienda suelta a su creatividad e imaginación y mientras unos prefieren reproducir de forma realista el paisaje que se abre ante sus ojos, otros prefieren interpretar, por ejemplo, una pequeña barca varada en la arena, o cualquier otro detalle del amplio entorno que los rodea.
“Aquí no se impone nada –precisa Botillo- y ellos son libres de plasmar sobre sus lienzos lo que deseen y como lo deseen aprovechando la fuente inspiradora de este magnífico entorno y lo que les transmita este inigualable espacio natural”.
“El Rompido ha sido siempre muy pictórico”, subraya Mari Carmen, una de las alumnas del taller de pintura rápida de ascendencia cartayera, onubense de nacimiento, sevillana de adopción, y residente en El Rompido desde que se jubiló hace poco, después de años impartiendo clases de Griego y Latín en un instituto de la capital hispalense. Esta veterana alumna, a sus 67 años de edad, cuenta mientras reproduce sobre su lienzo las ruinas de la vieja almadraba atunera de Nueva Umbría que se sitúa en la Flecha de El Rompido, que ha encontrado en este taller una importante fuente de inspiración y relajación.
Estos dos talleres son sólo la punta de lanza de la quincena de cursos de este tipo que ha puesto en marcha este verano el Consistorio cartayero, centrados en tres grandes modalidades: baile, que además de la flamencoterapia incluye talleres de marcaje por alegrías, por bulerías y por soleás; música, donde se imparte canto coral, canto vocal, improvisación y sones cofrades; y finalmente pintura, donde al taller de pintura al aire libre se suman dos talleres más, pintura expresionista y pintura cubista.
El concejal de Cultura del Consistorio cartayero, Pedro Benítez ha destacado que con esta iniciativa “lo único que pretendemos es ampliar la oferta cultural de cara al verano”.
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