Ayer se puso en marcha una nueva edición de la Expoliva, la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, y lo que se pudo percibir, en el primer vistazo, con la cantidad de expositores que llenaban el recinto y que son los verdaderos protagonistas del evento, es que el sector, a pesar de la dura crisis por la que está atravesando en los últimos años, sigue teniendo fortaleza y junto con las instituciones montan una Feria que evoluciona satisfactoriamente y que hoy es un escaparate insustituible. Todas esas empresas expositoras merecen el reconocimiento por la apuesta que hacen en la adversidad y hacer grande un acontecimiento tan importante para Jaén, no sólo para su riqueza olivarera, sino porque representa beneficios muy significativos, calculados en más de 30 millones de euros, durante todos estos días en la ciudad capital mundial del olivar, como va a recordar a partir de hoy la rotonda de entrada a Jaén por la Carretera de Córdoba. Se puede decir por tanto de Expoliva que los esfuerzos han servido para que le esté haciendo justicia y honor a Jaén, porque es un despertador con las pilas bien cargadas cada dos años, que obliga a espabilarse y a no olvidar que desde Jaén se ha asumido el protagonismo que le corresponde y no hay nada más nuestro que ese inmenso mar de olivos, por el que, sin embargo, tanto nos queda por hacer. Expoliva es, por último, el acicate para un sector necesitado de estímulo y apoyo en sus horas más bajas.
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