El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, ha pedido a la Junta que "no se dé por satisfecha" y que "exija" a CaixaBank que "reconsidere" los despidos anunciados en Andalucía, donde se plantea un excedente de 864 personas en Andalucía, 491 de ellas en Sevilla, que pretende amortizar mediante despidos.
Carbonero ha recordado que hace pocos días se reunió el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ante lo que el dirigente sindical considera que "no vale que el Gobierno andaluz se dé por satisfecho solo con la publicidad de CaixaBank de que va dar apoyo a la obra social para algunas cuestiones culturales, cuando se trata de la primera entidad financiera de la comunidad autónoma".
En ese sentido, deja claro que para la Junta "debe ser una prioridad la exigencia a CaixaBank para que reconsidere su posición, tanto respecto a la retirada de sus acciones en determinadas empresas e industrias andaluzas, como por la necesidad de que reconsidere su posición y busque una salida distinta y adecuada a la que está proponiendo en materia de empleo, con despidos a cientos de trabajadores de Andalucía", además de "abrir el grifo del crédito".
"El Gobierno andaluz no puede ser ajeno a esta situación", ha aseverado Carbonero, quien recuerda que CaixaBank, tras la operación con Banca Cívica, es la primera entidad andaluza y posee un 20 por ciento de cuota de mercado en Andalucía, por lo que el sindicato ha exigido a Caixabank que "reconsidere su posición y evite hacer dejación de su responsabilidad social con Andalucía buscando soluciones negociadas y acordadas de medidas no traumáticas con sus trabajadores".
Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos (Comfia) de CCOO-A, Iñigo Vicente, ha exigido a CaixaBank que reconsidere su posición sobre los 864 despidos en la comunidad "y asuma su responsabilidad social como primera entidad bancaria de Andalucía".
Los sindicalistas denuncian que la entidad "está causando un grave perjuicio a la comunidad", instándola a "buscar soluciones negociadas no traumáticas con sus trabajadores".
Carbonero ha criticado la "absoluta dejación de la responsabilidad social" de CaixaBank con Andalucía al "no garantizar el empleo de calidad de su plantilla para dar servicio a sus clientes y permitir que fluya el crédito para así cumplir su función social en esta comunidad". En este sentido, la actitud de la entidad financiera "está causando un grave perjuicio a la sociedad andaluza, ya que no debemos olvidar que es el primer banco en Andalucía".
Por su parte, Íñigo Vicente ha remarcado que el caso de CaixaBank es uno más del "errático proceso de reestructuración del sector financiero", que "no ha resuelto el problema del flujo de crédito para la economía y las familias; solo ha servido para repartirse entidades de propiedad social --cajas de ahorros--, generando un oligopolio en manos de cada vez menos entidades, la desaparición de la obra social y la generación de exclusión financiera".
Dicha reestructuración, según Vicente, ha tenido un "brutal" impacto sobre el empleo en el sector financiero andaluz al destruirse "casi 6.000 puestos de trabajo desde 2008, un 15 por ciento". Vicente ha agregado que se estima "un riesgo de destrucción a corto plazo de 3.000 puestos de trabajo más por la estimación de excedentes en Andalucía que realizan CaixaBank, Bankia, BMN, EVO, Unicaja, Santander, Barclays o Kutxabank CajaSur, que se pueden traducir en bajas forzosas".
MOVILIZACIONES
En cuanto a Caixabank, CCOO señala que está planteando un excedente de 864 personas en Andalucía, 491 de ellas en Sevilla, que "pretende amortizar mediante despidos". "Nos oponemos rotundamente a este planteamiento y exigimos a Caixabank que cumpla los acuerdos y retire de la Mesa cualquier tipo de planteamiento de bajas forzosas", asegura Vicente, quien frente al caso de CaixaBank, ha contrapuesto el de Santander y Banesto, donde "se han aplicado medidas voluntarias, en vez de despidos; Botín ha adelantado por la izquierda a la entidad catalana".
Ante esto, el sindicato ha advertido de que, de no producirse un acercamiento de la empresa a estos planteamientos sindicales, para lo cual está prevista una reunión el próximo jueves, los sindicatos "iniciarán una batería de movilizaciones 'in crescendo' y contundentes".
Estas pasarían por encierros, acampadas, concentraciones, paros parciales o huelgas, se aprovecharían Semana Santa y Feria de Abril, y tendrían su culmen el 25 de abril cuando está prevista la celebración de la junta de accionistas de CaixaBank en Barcelona. De esta forma, este jueves habrá concentraciones en toda España.
PRESIONES INTERNAS Y EXTERNAS
Vicente ha destacado que, además del impacto sobre el empleo, las plantillas del sector "están sufriendo un creciente nivel de presión externa e interna, con estigmatizaciones externas, pues culpan a estos trabajadores de la crisis, y con amenazas, presiones y coacciones internas, pues se producen ataques a su dignidad, y los trabajadores tienen miedo a ser trasladados, despedidos o ser objeto de agresiones verbales e incluso físicas".
Esta situación de "ansiedad y estrés", que comporta "riesgos psicosociales" para estos empleados, ha llevado Comfia CCOO-A a desarrollar una campaña con el lema 'Trabajadores, no banqueros', para remarcar que las plantillas "son también víctimas de una gestión desastrosa e irresponsable por parte de los banqueros".
Vicente también ha recordado que CCOO ha planteado en su comparecencia parlamentaria sobre el Proyecto de Instituto de Crédito Andaluz que el gobierno de la Junta de Andalucía "llegue a acuerdos con el Gobierno central para que las sucursales y plantillas de las entidades nacionalizadas con presencia en la comunidad sean el germen de una futura banca pública andaluza".
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