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Rodriguez Zapatero promete pero no convence

La comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso para hablar de la crisis volvió a evidenciar que no sólo se mantienen las discrepancias que existen entre el Ejecutivo y la oposición...

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La comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso para hablar de la crisis volvió a evidenciar que no sólo se mantienen las discrepancias que existen entre el Ejecutivo y la oposición, sino que el dirigente socialista no logra acabar con esa imagen de que improvisa más que planifica, que se justifica en exceso en que se trata de un problema mundial, lo que a su juicio explica todos los males nacionales, y que promete mucho, pero sigue sin convencer en nada, por lo que lo único que ha conseguido es volver a dar una impresión de que no sabe qué tiene que hacer y, lo que es peor, cada vez reconoce más abiertamente que tiene menos margen de actuación en materia económica. Y todo esto, al final, se convierte en una preocupación añadida para los millones de desempleados a los que la promesa de ampliar la cobertura del paro, para lo que se destinará 1.500 millones de euros, ya no representa un alivio, sino que da más la impresión de ser unas mijagas pensadas más para calmar los ánimos que para dar una salida mínima a su situación económica.

Y es que el verdadero problema de Rodríguez Zapatero es que no logra hallar las fórmulas para reactivar la economía, ya que lo que se espera de él no es que logre dar una solución a los cientos de miles de familias que se ha quedado o están a punto de quedarse sin ningún ingreso, sino de generar la confianza necesaria para pensar que se puede invertir la actual situación y no tener que esperar todo un año más como mínimo para poder ver la salida a este conflicto. Ese es el reto del presidente del Gobierno y ése es el reto que no está consiguiendo convencer a los españoles. Como también es justo reconocer que la oposición tampoco parece estar a la altura de las circunstancias, ya que da la sensación de aferrarse más al desgaste que esta crisis está generando en el PSOE que a ofrecer no sólo alternativas, sino a tender la mano para buscar ese gran pacto nacional que se está reclamando desde muchos sectores. Por eso, entre quien no logra convencer de su labor y quienes sólo piensan en sus réditos electorales, al final el que lo paga es una sociedad que sigue sin saber cómo y cuándo puede terminar esto y que cada vez se desespera más ante la falta de soluciones reales.

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