Los patios cordobeses son desde hoy patrimonio inmaterial de la humanidad de la clasificación que elabora la Unesco, que ha reconocido el valor de una tradición ancestral de esa ciudad andaluza, donde la comunidad celebra cada año la primavera ataviándolos con adornos florales.
El ritual, institucionalizado en los años treinta del pasado siglo a través de un concurso vecinal, debe sus orígenes a las casas romanas y a las tradiciones arabescas de la localidad, y su continuidad a la transmisión generacional de la fiesta hasta nuestros días.
En su segundo intento, tras una primera candidatura rechazada el año pasado, los patios lograron la aprobación del comité intergubernamental para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), reunido en París.
El ingreso de los patios en las prestigiosas listas de la Unesco se suma al reconocimiento que esa institución concedió en los años ochenta del pasado siglo a Córdoba, ciudad especialmente célebre por su mezquita, cuyo centro histórico está catalogado como patrimonio de la humanidad.
El grupo previo de evaluación, que había recomendado al comité la inscripción del ritual, explicó a los 24 miembros del comité en la reunión mantenida en la sede de la Unesco que "las lagunas y las ambigüedades" que el año pasado les condujeron a rechazar la candidatura española "han sido plenamente cubiertas".
Acto seguido, el comité aceptó la propuesta sin objeciones, un refrendo "contundente" celebrado por la delegación española, que destacó además el hecho de que los patios cordobeses son "una manifestación que integra perfectamente patrimonio material e inmaterial".
El primer teniente de alcalde, Rafael Navas, explicó a Efe que el sello de la Unesco supondrá un impulso de "optimismo" en un delicado momento económico y social y añadió que el refrendo de esa agencia de las Naciones Unidas sitúa a Córdoba como una de las ciudades más importantes de España en cuanto a patrimonio, lo que espera se traduzca también en un estímulo para el turismo.
Los presidentes de la Asociación Amigos de los Patios Cordobeses, Miguel Angel Roldán, y de la Asociación Claveles y Gitanillas, Leonor Pérez Camorra, indicaron a Efe que la inscripción en la lista de la Unesco representa el "colofón" de los galardones recibidos por esa popular festividad andaluza.
El ritual lleva cada año a los vecinos de esa localidad del sur de España a abrir al público sus patios y balcones adornados con infinidad de macetas floridas durante 12 días, para celebrar el esplendor de la primavera.
La próxima cita para quienes quieran conocer esa tradición que aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad será entre los próximos 19 de diciembre y 4 de enero, bajo la rúbrica de "Navidad en los patios de Córdoba".
Los patios han pasado a nutrir una lista en la que ya figuran doce tradiciones vivas españolas, entre las que se cuentan el flamenco, el misterio de Elche, el silbo gomero o los castells, así como la dieta mediterránea o la cetrería, compartidas con otros países.
Precisamente la cetrería, inscrita en la lista en 2011, se vio hoy reforzada con la inclusión de Hungría y Austria entre los países que mantienen viva esa tradición, y que se suman a Emiratos Árabes Unidos, Bélgica, República Checa, Francia, Corea, Mongolia, Catar, Marruecos, Arabia Saudí, Siria y España.
La Unesco define el patrimonio cultural inmaterial como aquel que "hace referencia a las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y saber transmitidas de generación en generación en el seno de una comunidad, creadas para transformar (...) la interacción entre la naturaleza y la historia".
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