El principal problema radica en que desde Sevillana Endesa, a pesar de cobrar al consumidor cada mes, seguirá llevando a cabo las lecturas de los contadores cada dos meses. Así, en el primer mes se fijará la cuota en función de una estimación establecida en relación al consumo medio del año anterior. En el segundo, con la revisión del contador, se fijará el coste y se añadirá la diferencia de la estimación.
Junto a una estimación "que no se ajusta a la realidad", según UCE-Jaén, hay que añadir que el acoplamiento de esa lectura estimada establecida a la baja se efectúa en enero, justo cuando las tarifas suben de media un 3 por ciento. Esta circunstancia ha acarreado que se haya incrementado de forma exponencial la cuota a pagar por el consumidor. Existen casos, como el de Luis Castro, que son especialmente sangrantes: 900 euros para un piso con un sólo inquilino. También se encuentra Manuel, un vecino de Torredelcampo cuya factura supera de largo los 200 euros. "Nos están robando en nuestras casas", afirma indignado señalando a las cifras de su recibo a las puertas de la oficina de Endesa.
Al igual que le ocurre ellos, cientos de personas colapsaron ayer, por segundo día consecutivo, las oficinas de Sevillana Endesa, cuyos trabajadores se vieron desbordados. Incluso se vivieron momentos de tensión por consumidores que acudieron sumamente indignados porque no sabían cómo podrán hacer frente a un pago que, incluso, supera a su salario o pensión.
Según fuentes de Sevillana Endesa, la mayor parte de los consumidores que acuden a las oficinas buscan, principalmente, información. No obstante, las quejas a las puertas de la central en el Paseo de la Estación eran numerosas. "Deben de informar a la ciudadanía y no lo hacen, es una auténtica vergüenza", lamenta Manuel, quien reconoce que ha estado "colgado" al teléfono durante 38 minutos para aclarar su situación.
La cuesta de enero se hará aún más empinada con este nuevo obstáculo en medio de una dura crisis.
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