El motivo esgrimido por José Cortés de los Ríos no es otro que la grave amenaza de deterioro que están sufriendo la mayoría de las capillas (exceptuando en la que se exponen la Dolorosa, San Juan o el Nazareno, y en la que se encuentran sus andas) del templo baenense, además del retablo mayor. El ataque de las polillas está carcomiendo la madera y deteriorando un patrimonio antiquísimo y que debe protegerse ante la actividad de estos insectos. Según Cortés de los Ríos, el tratamiento antipolillas tendrá tres fases de aplicación con el método habitual de las inyecciones de humo que sean capaces de matar los bichos. La primera fase eliminará las polillas-madre. Una segunda fase para destruir todas sus larvas, y el tratamiento final preparará la madera para evitar que vuelva a ser cobijo cómodo para estos insectos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es