Dicho esto, toca fútbol. Una lástima. El Xerez empezó mandando, jugando, tocando y gustándose ante un rival que evidenció sus carencias y posición en la tabla. Si Doblas llega a salir esposado al poste no se habría notado en la primera media hora de partido. Quizá en este tramo, antes de la expulsión de Mendoza y de la señalización como penalti contra el Xerez de un choque que no fue tal, al Xerez le faltó ese instinto asesino necesario para dejar las cosas en su sitio y desmoronar la poca fuerza moral que le quedaba al equipo gerundense. Porque fútbol tiene menos que los integrantes de un futbolín. Pero si a éstos les das vida, acaban por creérselo. Con el injusto empate en el marcador y un hombre menos, el Xerez se tambaleó, tanto que le cayó el segundo. Zozobra. Menos mal que a punto de sonar la bocina del descanso, Pablo Redondo consiguió el llamado psicológico gol que significó la igualada. El segundo acto resultó de inicio más igualado. La inferioridad pasaba factura, y el cuadro local, supo aprovecharlo. Yago y de nuevo Jandro desarbolaron todavía más a los de Moreno, que para colmo vieron cómo el árbitro dejaba sin señalar un mano clarísima bajo los palos de la portería local, que evitaba un gol de José Mari. De nada sirvió protestar. Salvo para que Lesma López volviera a imponer su calamitosa actuación por encima del partido. En medio del desconcierto, llegó el quinto del Girona a la contra. Entró en escena Maldonado. Debut y gol. 5-3. Ya camino de vestuarios, el acta recoge graves insultos de Gerard y Capi. Así que Lesma López, se ha ganado a pulso que el xerecismo le recuerde como el árbitro del mangazo en Girona y por que L-esmaLó-pez.
Nota: Carlos Gonzalo es jefe de Deportes de Canal Sur Radio en Jerez
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