“La plantilla ha dicho que hasta que no vean el dinero en sus cuentas no van a ir a trabajar. No les basta con que nos digan que en esta semana os pagamos, porque esto venimos escuchándolo durante mucho tiempo y no lo han admitido, por mucho que los miembros del comité hemos intentado convencerlos”, aseguró ayer el presidente del comité, José María Romero.
Antes, la alcaldesa, en la rueda de prensa de la Junta de Gobierno, informó de la referida reunión a tres bandas y aseguró que la información referida a la liberalización del aval presentado en su día por los Amarillos no era correcta, ya que el mismo hay que mantenerlo por ley, especificando que se trataba de liberar una parte para que la empresa con ella pudiese negociar y pagar a los trabajadores.
La propuesta final de la empresa fue pagar una cantidad a cuenta y que los empleados aplazaran la huelga y comprometerse, sin fecha concreta, a pagar el resto, cuestión que encontró ayer el rechazo frontal de la plantilla.
García Pelayo, a propósito de esa reunión tripartita, comentó que las relaciones del Ayuntamiento con Urbanos Amarillos es “correcta”, subrayando que el problema de los autobuses pasa por el convenio colectivo que tiene esta empresa y por la plantilla que es “importante”, para dar a entender que el problema de las negociaciones tanto con esta como con otras empresas es que no están dispuestas a sumir esas condiciones. Finalmente, aseguró que cualquier decisión que se pudiese tomar en el futuro por parte del Gobierno local será con el “conocimiento” de los trabajadores.
En relación a los avales, preguntado el presidente del comité también por este asunto, aseguró que el procedimiento propuesto se lo tuvieron que explicar varias veces porque no terminaba de entenderlo. Al parecer, la operación consiste en devolver los 5 millones de euros entregados por los Amarillos pero 3,4 millones se han dado en dinero y 2,2 millones en las mismas condiciones que antes, “que imagino que es en propiedades o algo así”.
Por tanto, el esfuerzo anunciado por el Ayuntamiento de liberar los avales referidos ha quedado en nada porque la empresa se mostró dispuesta a abonar el dinero pero no en su totalidad en plazos hasta el miércoles o el jueves. Los trabajadores insistían ayer que no estaban dispuestos, después de siete semanas de huelga, a volver a trabajar si no se les paga “la totalidad de lo que se les debe”. “Nos han dicho muchos compañeros -la asamblea ha sido bastante desagradable para el comité- que si esto hubiera pasado el primer día, evidentemente hubiéramos aplazado pero ahora, tres semanas de huelga para que se nos dé esto, es inadmisible para la plantilla”.
En cuanto a la convocatoria de nuevas movilizaciones, el presidente del comité de empresa aseguró que, de momento, no se han establecido nuevas medidas.
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