Juez se ha mostrado especialmente molesto con Palacios, a quien reprocha que no haya respetado una conversación mantenida meses atrás, en la que, al exponerle el presidente de Aecovi y Covisan que algunos viñistas sanluqueños estaban interesados en marcharse, Juan Juez le pidió “que esperara hasta el mes de junio que yo pudiera coger algo de dinero y pagar a los socios, pero ha actuado a mis espaldas”. De hecho, las noticias que el presidente de la Cooperativa Virgen de la Caridad tiene sobre estos abandonos proceden del Consejo regulador, por donde pasa el control de afiliados, pero en ningún caso de Covisanni de los propios asociados. Juan Juez arremete contra Antonio Palacios ya que asegura “me propone la unión, que debemos de estar unidos frente a los problemas que atravesamos, y ahora se lleva a los socios que es la supervivencia nuestra”, señala. Los nueve socios que hasta ahora han cursado baja en Caydsa representan unas 50 hectáreas Y, según Juez “tengo noticias de que no se ha llevado a más porque no tiene sitio donde almacenar el vino, pero está buscando más espacio para coger más socios”, explica.
A los asociados, el presidente de Virgen de La Caridad recuerda que para darse de baja deben notificarlo a la dirección de la cooperativa, ya que “tiene una responsabilidad al llevarse los productos, porque si nosotros le hemos facilitado todo y después no nos trae la uva...él sabrá”, dice el presidente de la cooperativa sanluqueña, al que se le acumulan los problemas.
LIQUIDEZ
El abandono de parte de sus socios -la cooperativacuenta en la actualidad con menos de 700 socios, tras la marcha de esta decena a Covisan- se suma a las dificultades económicas que, en parte, han motivado estos hechos. Y es que según Juan Juez, “la Junta de Andalucía no está por la labor de ayudarnos”. A la Administración le reprocha que les conceda un aval pero con intereses “así que tengo que pagarlo y pagar también los intereses, así que para eso voy al banco”, señala.
En otro orden de cosas, el presidente de la Cooperativa Virgen de La Caridad se mostró aliviado ante el hecho de que Nueva Rumasa -quien adquiriera la antigua Caydsa- “ya no está ejerciendo tanta presión para llevarse los vinos” pero aún se desconoce si prosperará el intento del abogado de los cooperativistas para recuperar de manos de la familia Ruiz Mateos las instalaciones bodegueras, a través de la nulidad del contrato de compraventa por incumplimiento.
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