En el recinto ferial falta desde hace dos años la Oficina Municipal de Consumo, que además de controlar estos vendedores ambulantes junto con la Policía Local, también tramitaba las reclamaciones que ponían los clientes de casetas y atracciones. Desde el primer día, las calles del Ferial han contado con vendedores ambulantes, pero el incremento fue notable a partir del viernes cuando se esperaba la mayor afluencia de público del fin de semana.
Venta de bolsos, de artesanía de madera, de utensilios para los niños. Hay vendedores o manteros en las calles del Ferial y otros que van de caseta en caseta para vender sus productos. Hay menos vendedores de tabaco, aunque también la Policía Local ha logrado intervenir tabaco de contrabando que vendían por el recinto ferial. Ya no sólo se venden rosas o algún globo para niños por las casetas, ahora hay vendedoras africanas vendiendo productos de artesanía de mesa en mesa, en una imagen que resulta novedosa para la Feria isleña.
Hay manteros con bolsos, con películas piratas de cine o discos de música, vendedores de productos baratos, que poco tienen que ver con los vendedores ambulantes que ocupan la calle Niña Pastori con sus puestos y debidamente autorizados por el Ayuntamiento isleño. El Ferial isleño ha venido mostrando el reflejo de la necesidad que provoca la crisis económica en muchas personas.
No fue como esperaban
Todos sabían que el calendario había fijado la festividad de la Virgen del Carmen en la jornada del sábado de Feria, con lo que para todos era un contratiempo, porque el día del Carmen y su víspera resultaban fuertes en la Feria del Carmen y de la Sal. Así, resultó fuerte la víspera del Carmen, la noche del viernes, pero no lo fue la del sábado. Lo único multitudinario del sábado fue el botellón, en el que hubo gente de todas las edades y cargados de bolsas con bebidas alcohólicas.
Caseteros y feriantes han resultado satisfechos con la noche del viernes, pero no con la del sábado, cuyos ingresos han sido inferior a los esperados, y es que la multitud que suponía ir a la feria isleña en la noche del sábado, en la que resultaba casi imposible andar, hizo que muchos isleños desistan de acudir este día a la Feria y eso se notó en exceso, ya que había sitio en casetas y menos colas en las atracciones.
Hasta el momento, el jueves, día de la mujer, y el viernes, han sido los mejores en cuanto a asistencia de público y resultados económicos para caseteros y feriantes. Aunque la Feria ha contado con una gran asistencia de público, también se ha reducido el tiempo de permanencia en el Ferial isleño.
Los feriantes no tenían dudas a señalar la noche del sábado y de la festividad del Carmen como la peor. Tenían muchas esperanzas de que en el fin de semana remontaran las ventas y vista la noche del viernes, todo se veían propicio, pero curiosamente, en la noche del sábado no hubo largas colas como días anteriores y eso hizo que alguno que otro manifestara incluso por altavoz “¡Vaya día del Carmen, madre mía!”.
Quedaba la última noche, la de los fuegos artificiales y ahí ya toda la suerte está echada. Era la última oportunidad para recaudar fondos con los que hacer un balance definitivo de la Feria de 2011.
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