Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, las chicas que trabajaban en el referido establecimiento tomaban copas con los clientes, de cuyo precio se lucraban los dos acusados.
Éstos los cuales habían trasladado a las mujeres hasta España “a través de diferentes contactos que mantenían con personas en el país de origen” de éstas.
A éstas chicas, los acusados les ofrecían el traslado mediante un visado de turista, a pesar de que la “finalidad real era que trabajaran” en el local, tal y como apunta el escrito de la acusación.
La mayoría de las chicas que trabajaban en el local procedían de Rusia, donde los acusados contaban con una persona como contacto que era conocida por las mujeres que viajaban a España como Nina.
El relato de hechos del fiscal concreta, que en diciembre de 2009, durante un control de extranjería en el pub de los acusados, englobado dentro el marco de una investigación para el desmantelamiento de dos presuntas redes de trata de mujeres rusas a las que se explotaría sexualmente en la provincia de Granada, se detuvo en el citado local a diecinueve personas por estancia irregular en España. De esos detenidos, dieciocho eran mujeres jóvenes rusas.
Sólo dos de ellas admitieron que sus servicios en el establecimiento eran de índole sexual y relataron que habían llegado a Granada para trabajar en el club y saldar la deuda de 1.500 euros que habían contraído con los acusados por el traslado a España, cuyos pagos realizaban directamente al matrimonio.
El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por el que pide cinco años de cárcel para cada uno de los dos acusados.
El juicio por este caso se celebrará el próximo martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada.
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