Los tres acusados del crimen de Samuel Luiz que no tomaron la palabra al inicio del proceso llegan a la última semana del juicio, en la que hablarán ante el jurado, con "ganas" de declarar, según sus abogados.
La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este lunes una nueva sesión del proceso contra cinco adultos para el caso de la muerte de Samuel Luiz el 3 de julio de 2021, en el que las acusaciones piden penas de entre 22 y 27 años de prisión.
Al término de una jornada breve, centrada en cuestiones técnicas, el tribunal acordó adelantar la declaración de los tres acusados que están pendientes de hablar a este miércoles, mientras que el jueves serán los informes de las acusaciones y el viernes tendrán lugar los de las defensas.
Los tres que declararán el miércoles son Diego Montaña -el principal acusado, que se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel por el agravante de homofobia-, Alejandro Freire 'Yumba' -derribó a Samuel Luiz y para él piden 22 años- y Kaio Amaral Silva -reclaman 27 años de cárcel al sumarle el robo del móvil de la víctima-.
El abogado de Diego Montaña, Luis Salgado, ha explicado a los medios que su defendido "tiene ganas de manifestar lo realmente ocurrido, lo que vio, lo que dijo y lo que hizo", después de tres semanas en las que no ha tenido "ninguna percepción de sorpresa".
David Freire, que representa a 'Yumba', ha detallado que este tiene "sensación de alivio" porque "por fin va a poder explicar su versión" de lo ocurrido.
Manuel Ferreiro, letrado de Alejandro Míguez -se enfrenta a 22 años de prisión y ya declaró-, ha reclamado determinar el grado de culpabilidad por "integrar el grupo", pues asegura que nunca golpeó a la víctima.
La sesión de este lunes ha servido para que varios agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local de A Coruña ratificasen cómo se trató la información de los móviles, qué proceso se siguió para la visualización de las imágenes y cómo se midió la distancia entre los puntos de la agresión.
Este martes están citadas dos personas que hicieron un informe sobre los fragmentos de vidrio hallados en el lugar -que los investigadores creen que era una botella con ADN de 'Yumba'-, otros dos trabajadores del departamento de tecnología de una de las empresas de cámaras de seguridad, y un testigo amigo de los acusados que les afeó que siempre que salía con ellos acababa en líos.
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