"Otro de mis recuerdos se remonta a 1993 cuando gané el Open de Bélgica. Yo no hablaba ni francés ni inglés ni nada y le pedí que me hiciese de traductor. Se puso a mi lado y me comentó "di lo que te de la gana; has ganado y eres el amo aquí, así que todo lo que digas quedará bien".
Ha calificado a Seve como "una persona extraordinaria que tenía como mejores bazas su determinación, pasión y tesón por todo lo que hacia. Nunca daba nada por perdido y siempre buscaba un rincón por donde poder salir. Ese era el reflejo de su gran personalidad.
"Otro de los grandes momentos que nunca he podido olvidar fue cuando fue cuando fui su asistente en la Ryder Cup de 1997, en la que él era el capitán de Europa. Pasamos una semana muy tensa, muy dura, pero también muy especial porque en sus ojos brillaba la ilusión por ver uno de sus sueños y uno de sus objetivos cumplidos. Su pasión por la Ryder Cup era única", ha finalizado
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es