Entre los asistentes a estas jornadas, recién celebradas en la Fundación Ramón Areces, destaca el japonés Osamu Motojima, que es el director del potente reactor de energía de fusión ITER, en proceso de construcción en Cadarache (Francia), y cuyo objetivo es recrear en este gran aparato en la Tierra las propiedades y la energía de las estrellas.
También ha asistido el director adjunto del ITER, el español Carlos Alejaldre, a este foro, cuya coordinación ha corrido a cargo de Carlos Hidalgo, presidente del Grupo de Plasmas de la Real Sociedad Española y responsable de la División de Física Experimental del CIEMAT dentro del Laboratorio Nacional de Fusión.
Tanto Carlos Hidalgo como Osamu Motojima han coincidido en destacar en sendas entrevistas con Efe "el ambicioso" reto que supone la construcción de este aparato experimental que es el ITER para la consolidación futura de la energía de fusión y que previsiblemente empezará a generar sus primeros plasmas en 2019.
Frente a la fusión está la fisión, que es la otra energía nuclear, y que es la que funciona actualmente en el mundo, dado que la anterior está en fase experimental; la energía de fisión es, por ejemplo, la que se genera en la central Fukushima de Japón, afectada por un trágico terremoto y tsunami ocurridos recientemente.
Los procesos energéticos en el caso de la fisión se producen por la división en varios fragmentos de un núcleo atómico pesado (uranio, plutonio) por el bombardeo de neutrones.
Frente a los riesgos de la fisión y sus residuos, la energía nuclear alternativa es la fusión, por su condición tanto masiva, como segura; en caso de accidente el reactor se detendría inmediatamente, según los científicos.
Otra fortaleza es su carácter no contaminante, puesto que se obtiene a partir de un recurso natural inagotable, barato y limpio: el agua.
Esta energía de fusión es producida por la colisión de los núcleos de los isótopos del hidrógeno, que se fusionan a temperaturas extremadamente altas para formar el plasma.
Precisamente el sol es una masa gaseosa de electrones libres y átomos altamente ionizados o gran bola de plasma, que es como se denomina el cuarto estado de la naturaleza más allá de los tradicionales sólido, líquido y gaseoso.
La opinión mayoritaria en las jornadas ha sido que la energía de fusión previsiblemente desbancará a la cuestionada energía de fisión, que ha visto incrementadas las críticas desde ciertos sectores en las últimas semanas como consecuencia de la crisis nuclear en Japón, según el director del ITER, precisamente de origen nipón.
Pese a ello, ha añadido, no parece probable que ni Japón, ni el resto del mundo, vayan a renunciar de forma inmediata a la energía nuclear de fisión dado que hoy por hoy no existe alternativa energética viable para sustituirla.
Aunque las consecuencias del accidente de la central japonesa están todavía pendientes de evaluación global, el trágico suceso probablemente anime a un desarrollo más rápido de la energía de fusión por su seguridad, ha proseguido el científico.
Por su parte, Hidalgo ha explicado que los investigadores han conseguido grandes avances con la energía de fusión y han logrado recrear las propiedades de las estrellas.
No obstante, todavía falta el desarrollo tecnológico que permita mantenerlas confinadas de forma duradera en un aparato capaz de soportar altísimas temperaturas y que el proceso sea rentable.
"Necesitamos grandes bovinas superconductoras para generar campos magnéticos que confinen el plasma a temperaturas relevantes para la fusión nuclear. Además, sistemas para el calentamiento inicial de la materia para alcanzar las condiciones de fusión nuclear", ha añadido.
También se requieren sistemas de radiofrecuencia, así como sistemas de haces de partículas muy energéticas para transferir energía al gas inicial y un reactor con materiales que soporten las cargas térmicas y el efecto de los neutrones que se generan en la fusión.
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