Al menos 26 personas murieron y varias siguen en paradero desconocido después de que las fuertes lluvias en el Yemen provocaran grandes deslizamientos de tierra en una zona montañosa de la provincia de Dhamar, en el centro del país árabe, informaron este sábado las autoridades locales.
El gobernador de Dhamar designado por los rebeldes hutíes, Mohamed al Bukhaiti, dijo en su cuenta de X que entre los 26 muertos por las inundaciones que arrasaron a última hora del viernes el distrito de Wesab al Safil se encuentran mujeres y niños.
Anteriormente, indicó que los equipos de emergencia lograron rescatar a tres personas, que fueron llevadas al hospital, y siguen buscando a otras 11 que aún están desaparecidas.
La mayoría de las víctimas pertenecen al pueblo de Al Jarf, de acuerdo con Al Bukhaiti, que señaló que las precipitaciones provocaron que una de las casas fuera completamente arrastrada por las inundaciones, que también afectaron severamente otras viviendas de la localidad y todas las carreteras que conectan con la aldea.
Varios residentes de la zona explicaron a EFE que estas inundaciones repentinas arrasaron un gran número de viviendas, comercios y vehículos en la localidad, mientras que los vecinos se han movilizado para realizar labores de búsqueda y rescate pese a las dificultades de acceso a las zonas más afectadas.
Esta tragedia se suma a la del pasado día 27, cuando las inundaciones provocaron el colapso de una presa en la provincia de Al Mahweet, en el noroeste del Yemen, y dejaron al menos 33 muertos, además de la destrucción de varias viviendas.
El Yemen se enfrenta desde principios de agosto a un temporal de lluvias que está provocando grandes pero intermitentes inundaciones en todo el país que están causando estragos especialmente en las regiones del norte y del oeste.
La temporada de lluvias, que se alarga desde julio a septiembre, se ha saldado este año con más de 130 muertes, según las autoridades locales, y ha provocado la destrucción generalizada de propiedades, escuelas, carreteras y centros médicos, mientras que Naciones Unidas estima que más de 38.000 familias se han visto afectadas.
La Organización Internacional de Migraciones (OIM) ha advertido de que el nuevo brote de cólera registrado en el país se ha visto exacerbado por las inundaciones y, según expertos sanitarios, "el número de casos podría alcanzar los 255.000 en septiembre de 2024".
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