El decreto, que entrará en vigor el próximo 1 de marzo coincidiendo con la apertura del proceso de escolarización del próximo curso, fue presentado ayer por el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, quien lo calificó de “vanguardista y pionero” al incluir varias medidas que “refuerzan” la transparencia e igualdad y recoger la escolarización única a lo largo de la vida escolar, un derecho voluntario que permitirá a los padres conocer en qué centros estudiará su hijo hasta el Bachillerato.
La medida supone también una mayor información sobre el itinerario escolar y una garantía para la permanencia del alumnado que permite hacer valer la matriculación de hermanos mayores a efectos de la baremación.
También se actualizan los criterios de baremación de cara a la escolarización de los alumnos, que este año ofrece 110.025 plazas de tres años de edad que se incorporan por primera vez al sistema educativo.
De esta forma, se primará la puntuación de la proximidad del domicilio familiar, de 10 a 14 puntos, frente al de domicilio laboral, que tendrá un máximo de 10 puntos, aunque se incrementa de 3 a 4 puntos si alguno de los padres trabaja en el centro.
En cuanto a la puntuación por hermanos, se incrementa de 13 a 16 puntos si existe algún hermano ya matriculado en el centro para el que se solicita, independientemente del curso en el que esté, mientras se extiende la condición de hermanos a todos aquellos que estén en la misma unidad familiar aunque sean de distintos cónyuges.
La idea, según Álvarez de la Chica, es dar respuesta a las parejas que, con un nuevo matrimonio, aportan hijos a la nueva unidad familiar y se les considere como hermanos aunque no sean por filiación, o los menores bajo tutela o en acogimiento familiar.
Además, se reservan tres plazas por clase para asegurar la escolarización normalizada del alumnado con necesidades específicas.
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