Como ocurrió en la semifinal de la Copa del Rey, el equipo madrileño puso contra las cuerdas al valenciano desde la línea de 6’75 metros.
Tres triples de Carlos Suárez marcaron el inicio del choque y otros tres del alero madrileño estuvieron a punto de deshacer al Power Valencia, pero la fuerza de Lishchuk bajo los aros y el talento de De Colo le permitieron, primero, resistir y, después, hacerse con un triunfo que le permite resarcirse de sus últimas derrotas.
La defensa local comenzó a ahogar las ideas del equipo de Ettore Messina, que comenzó a acumular pérdidas de pelota, y dio confianza a los jugadores locales para afrontar los ataques con más energía. El despertar de Víctor Claver y las penetraciones de Rafa Martínez hirieron al Real Madrid y sólo los puntos de Tomic impidieron que llegara al descanso con una desventaja mayor (34-29, m.20).
El panorama no cambió tras el descanso. Aunque Tucker y Llull se sumaron a la fiesta del 6'75, el equipo valenciano no se descompuso y con el talento de De Colo y la energía de Lishchuk aguantó el envite (47-47, m.31).
De hecho, diez puntos consecutivos del francés en el inicio del último cuarto impulsaron al Power Electronics Valencia que afrontó los últimos dos minutos con una pequeña ventaja en el marcador (55-52, m.38), que hizo buena con una gran defensa.
Desde que la Liga ACB comenzó su andadura en la campaña 1983-84, según los datos de la página web de la competición, la peor anotación del Real Madrid habían sido los 53 puntos que logró en la temporada 1999-2000 en un encuentro ante el Gran Canaria del play off, en el que, pese a todo, se impuso por 51-53. Ayer hizo aún un punto menos.
En el otro partido de la ACB jugado ayer, en Fuenlabrada se impuso al Gran Canaria (92-81), con lo que defiende su posición entre los ocho primeros.
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