Andalucía

Un equipo de estudiantes construye un mini satélite del tamaño de una lata de refrescos

Bajo el nombre de 'Los abuelos galácticos', participan en el desafío CANSAT de la Agencia Espacial Europea

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  • Estación Espacial Internacional. -

Seis alumnos de cuarto curso de Secundaria del instituto Nueve Valles, en el municipio cántabro de Reocín, bajo el nombre de 'Los abuelos galácticos', participan en el desafío CANSAT de la Agencia Espacial Europea, construyendo un mini satélite artificial del tamaño de una lata de refrescos.

El satélite realizará diversas mediciones a través de los sensores con los que va equipado para la toma de datos, para cumplir la misión primaria -medir la presión atmosférica y la temperatura cada segundo- como la secundaria, consistente en un proyecto científico libre a escoger por el alumnado.

El dispositivo está dotado de un GPS que proporcionará información sobre su posición en cada momento, mostrando cada segundo los valores de latitud y la longitud a través del monitor serial, lo que será de utilidad durante la fase de recuperación del satélite, después de su lanzamiento.​​

La profesora que coordinadora el proyecto, Susana Díaz, ha explicado a EFE que para poder llevar a cabo la emisión y recepción de los datos, el sistema irá provisto de un módulo de radio APC220, tanto en el satélite (el emisor) como en la estación en Tierra (receptor).

Además, con el objeto de poder aumentar la ganancia y lograr la recepción de estos datos a grandes distancias (alrededor de un kilómetro), los alumnos han construido una antena Yagi casera con varillas metálicas, un perfil de aluminio y cable coaxial.

Durante el descenso, el satélite desplegará un sistema de recuperación, consistente en un paracaídas unido a la carcasa del sistema, impresa en 3D.

Los alumnos también han realizado los cálculos y han construido dos tipos de paracaídas diferentes, uno semiesférico y otro octogonal, con el objeto de probarlos y comparar su efectividad.

Con los datos obtenidos durante el lanzamiento, los alumnos deberán realizar un estudio científico completo, en el que queden reflejados los logros técnicos, el valor científico del experimento y las competencias profesionales desarrolladas.

El estudio científico que forma parte del desafío como misión secundaria versará sobre cómo puede afectar a la salud de las plantas los cambios en la altitud, contemplando la posibilidad de construir jardines o huertos verticales en las ciudades, además de fachadas verdes en edificios.

Susana Díaz ha explicado que es la primera vez que estos alumnos participan en un desafío científico de estas características, que tendrá su punto culminante el próximo mes de junio cuando tenga lugar al lanzamiento del satélite. 

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