El objetivo de esos convenios es sumar a la labor conservacionista de la avifauna local (o que usa nuestro suelo durante sus migraciones) a quienes trabajan y viven de las fincas en las que las aves se reproducen o se alimentan. Haber conseguido hasta la fecha tan elevado número de adhesiones a esta iniciativa supone estar alcanzando un alto grado de concienciación entre los agricultores sobre la importancia que la conservación de especies -emblemáticas unas, comunes las otras- tiene para el futuro del medio ambiente.
Todos los que suscriben el convenio han demostrado, de entrada, que no tienen el menor reparo a que técnicos de la Consejería puedan penetrar en sus terrenos para hacer el seguimiento de las aves, lo que, dicho se a de paso, es también sinónimo de que ni aves, ni mamíferos ni ningún otro animal va a encontrar ‘dificultades’ en ese suelo.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es