La crisis pasa factura al PSOE y aupa al PP andaluz

Ante un escenario de cambio, hay empate entre los que creen que los populares lo harían mejor o peor

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Los datos del último Barómetro de Opinión Pública de Andalucía 2010 otorgan al PP andaluz los mejores resultados electorales en un sondeo demoscópico de este calibre (rozaría la mayoría absoluta con el 46,8 por ciento, frente al 37,7 por ciento que obtendrían los socialistas, que perderían 11,2 puntos) y todo en un escenario de abstención del 29%, que podría ser mayor en una coyuntura marcada no sólo por el mayor pesimismo económico y social, sino también por las peores valoraciones de los partidos políticos y de sus líderes. Mientras el 67 por ciento de los encuestados tienen una valoración negativa de la situación política, siendo el “mal ambiente político” el tercer problema reflejado, el porcentaje aumenta hasta el 83,4 por ciento cuando se pronuncian sobre la coyuntura económica, de la que culpan en su mayoría a los bancos pero seguido del Gobierno central y, en quinto lugar, de la Junta de Andalucía. La crisis ha pasado factura al PSOE pero también a la política en general, lo que refleja el hecho de que empatan entre los andaluces aquellos que, ante un relevo de Gobierno del PSOE al PP, consideran que los populares lo harían mejor (22,2 por ciento) o peor (25,5 por ciento) que los socialistas. Además, de los líderes políticos, ninguno aprueba: José Antonio Griñán es puntuado con 4,75, Javier Arenas con 4,56 y Diego Valderas con 4,06, y del Gobierno andaluz, sólo seis aprueban (Mar Moreno es la más valorada con un 5,48) en un Ejecutivo poco conocido por los andaluces. Los populares no quieren echar las campanas al vuelo e insisten en que el BOPA sólo refleja una tendencia “imparable” hacia el cambio, aunque el Gobierno y los socialistas insisten en que es la crisis y el desempleo lo que han valorado los encuestados, que siguen apoyando las políticas socialistas y dando su respaldo a José Antonio Griñán por encima de Javier Arenas. El pesimismo y la desconfianza se han afianzado en los últimos meses en el electorado andaluz, que no parecen ver el fin de la crisis económica ni tampoco solución de futuro en los partidos políticos ni en sus representantes, a los que castigan no sólo con sus peores valoraciones (sean del signo que sean) sino también desconfiando de las alternativas de cambio.

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