De esta forma, según han indicado a Europa Press fuentes del SIP, este es el primer SIP que "tiene aprobado todo", toda vez que sólo queda nombrar el consejo de administración del SIP, algo que podría ocurrir en próximos días, y que el Banco de España conceda la ficha bancaria para empezar a operar.
Las fuentes financieras han indicado que el Banco de España "ya dio el plácet y la autorización a este SIP en junio", por lo que ahora sólo le falta otorgarle la ficha bancaria para empezar a operar formalmente, aunque "la maquinaria ya está ultimada", de forma que "se puede empezar conforme a lo previsto, antes de finales de año".
Este trámite, que se suma a la aprobación de los gobiernos balear y catalán --Murcia no tiene competencias en ese sentido-- se realiza en virtud de la Ley 15/1999 de Cajas de Ahorros de Andalucía, que prevé que la participación en un SIP de una caja andaluza requiere la autorización previa de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, según ha recordado la Junta en una nota.
La Asamblea General de CajaGranada acordó el pasado 16 de septiembre la integración de la entidad en el Grupo Banco Mare Nostrum a través de un sistema institucional de protección y solicitó posteriormente la autorización de este proceso a la Consejería de Economía.
Para autorizar este proceso, la Consejería de Economía ha tenido en cuenta "la salvaguarda de los derechos y garantías de impositores, acreedores y trabajadores y que el proceso permita la continuidad de la obra social de la caja andaluza". Asimismo, la solicitud ha sido informada favorablemente por la Dirección General de Supervisión del Banco de España.
Con esta integración, Caja Granada pasará a formar parte de uno de los seis grupos de cajas de ahorros más importante de España, con un volumen de activos superior a 70.000 millones de euros.
El contrato de integración suscrito por las entidades participantes en el SIP establece un compromiso mutuo de solvencia y liquidez, un sistema de tesorería global y de participación mutua de resultados, que reforzará las capacidades de gestión de cada entidad, permitiéndoles afrontar en mejores condiciones las actuales dificultades del sistema financiero.
Las entidades participantes en el SIP centralizan sus políticas de gestión y control de riesgos, solvencia y liquidez, así como sus estrategias de negocio, al tiempo que mantiene su personalidad jurídica, sus órganos de gobierno y dirección, sedes sociales y la gestión de su obra social.
Este proceso se enmarca dentro de los que está experimentando el sistema financiero andaluz para fortalecer su estabilidad, solvencia y capacidad de actuación, para poder seguir prestando a la sociedad andaluza y a sus empresas sus servicios financieros de forma eficiente.
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