Hablar con Antonio Benítez Manosalbas, cordobés de cuna pero jerezano de sentimiento y de convencimiento, es hacerlo con una voz viva del mundo de flamenco de Jerez. Presidente honorario de la Peña Los Cernícalos -la primera peña flamenca que se fundó en la provincia, allá en los finales de los años 60, y de las primeras en España- ha vibrado con el flamenco, ha sido amigo de los flamencos y fue, en su momento, un profundo conocedor de Gregorio Fernández, Borrico de Jerez, cuyo cien años de su nacimiento se están recordando ahora. De hecho, algunos de los herederos de las familias de más raigambre flamenca de Jerez rendirán homenaje hoy a Tío Borrico en el escenario del Teatro Villamarta donde estarán, entre otros, Capullo de Jerez , Juan Moneo , Luis El Zambo, Juana la del Pipa y Juanilloro , al cante; así como Periquín Niño Jero y Manuel Parrilla, al toque. El homenaje se enmarca en el ciclo Flamenco viene del sur y tendrá continuidad mañana en el Centro Andaluz de Flamenco con una mesa redonda en la que participarán, entre otros, José María Velázquez Gaztelu, Ramón Soler, Manuel Ríos Ruiz, Paco Cepero o Diego Carrasco. También mañana se presentará en la peña Don Antonio Chacón el libro-disco Cien años de Tío Gregorio El Borrico, donde se recoge la historia del cantaor que ha contado con los fondos documentales del Centro Andaluz de Flamenco.—¿Cómo era Tío Borrico, Antonio?—Ha sido uno de los cantaores más puros que ha dado Jerez y que, sin embargo, fue pobre, económicamente, durante sus setenta y tres años de vida y murió pobre. Cuando comenzó el tema de los festivales ya le cogió tarde. Estuvo en el disco Así canta Jerez,m que posteriormente se reedito, y que, para los aficionados, digamos que de mi tipo, ha sido el mejor disco que se ha grabado siempre. —Tú eras una persona muy cercana a Gregorio Fernández...—Ya sabe que trabajaba en el fotograbado de La Voz del Sur. Salíamos muy tarde, a las tres, a las cuatro de la mañana, y cuando terminábamos nos íbamos a tomar algo a La Moderna, a casa Antonio, en la Cuesta del Palenque, y allí coincidíamos. Su cobijo era cantar en la Venta Marivá. Ya le cogió tarde, por su edad, el tema de la expansión profesional del flamenco. Era de los cantaores de la época, que se buscaban la vida por las noches, a ver si caía alguna fiesta en casa de algún señorito. Algunas veces cogía dinero y otras noches se acostaba igual que se había levantado, sin una peseta. Cuando tenía dinero llegaba e invitaba a todo el mundo. Recuerdo que muchas veces lo recogía y lo llevaba en coche a su casa, ya que él vivía en La Asunción y yo en el Paseo de Las Delicias.—¿Ha sido Tío Borrico el gran olvidado del flamenco de Jerez?—Eso es. Ha sido un pedazo de cantaor. Tenía un estilo propio y netamente jerezano. El único que lo imita es Manolo Carabante y también Enrique El Zambo. —Mucho ha evolucionado este mundo del flamenco, de aquellas hambres a esta eclosión ahora de cantaores que tienen discos en la listas de éxitos...—La verdad es que ahora no hay voces. Vivimos la época dorada del flamenco auténtico en esos años 60 y ahora se están haciendo discos con ordenadores, discos de laboratorios. El flamenco es difícil. Yo he escuchado mucho con mis 78 años y sí ha existido una evolución grande, sobre todo en la guitarra. En el baile se están haciendo muchas barbaridades. Y en Jerez hay cantaores que están cantando muy por derecho, que da gusto escucharlos como Manuel Moneo —¿Y Mercé o Poveda?—Se han buscado su vida, pero también saben hacerlo puro. Hay más flamenquitos que flamencos, por decirlo de alguna manera y nos están criticando a los aficionados.—Esos mismos aficionados que fuisteis los que abristeis las puertas del flamenco a otros mundos.—Ahora hay muchas peñas. Cuando nosotros empezamos en Los Cernícalos, en el 68, no había ninguna en la provincia. Ahora han proliferado mucho. Entonces nosotros intentábamos poner a los cantaores en los carteles, los movíamos, cantaban en las peñas, pero ahora todas estamos regular de dinero. —A lo mejor con la Ciudad del Flamenco se abren también nuevas puertas.—¿Ciudad del Flamenco? Todo Jerez es ciudad del flamenco. No sé si lo conseguirán, como proyecto turístico está bien, Lo ideal sería que cada noche hubiese algo en cada peña o que se aglutinase todo en un mismo local. Paco Torrecilla, que es también cernícalo, fundó la Peña Flamenca de Huelva, que es enorme, porque tiene un gran local donde se aglutinan todas las actuaciones. Cuando alguien quiere montar una peña, le dicen que se apunte a la Peña Flamenca de Huelva.—Así se podría evitar que a los que vienen a escuchar flamenco le echen cualquier cosa.— Claro, los que vienen escuchan lo que le den. Pasa igual que con el vino, se beben lo que le den. Hay que cuidarlo, porque el que el que viene lo hace a la meca del flamenco que es Jerez y tienen que ir diferenciando. Pasa igual que en Granada, van a las cuevas del Sacromonte y escuchan y ven lo que le echen
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