La educación sexual, siempre

Nuestra personalidad se forma desde los primeros días de nuestra vida, momento en el que ya interactuamos con los demás

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Hoy hablamos de... la sexualidad

La importancia de aprender desde la infancia


La imagen que transmitimos es muy importante para nosotros.  Como carta de presentación interpersonal, nos suele preocupar tanto. Cuando conocemos a alguien no sabemos cómo es, tan sólo obtenemos la información que nos transmite su imagen externa; el color de sus ojos, su pelo, su estatura, etc. Sin embargo no debemos engañarnos, ya que el cuerpo no es más que la envoltura. Un caramelo puede tener una envoltura preciosa, pero si no agrada su sabor de poco servirá.

Las personas valemos lo que somos y cómo somos por dentro. Sin embargo no siempre nos damos cuenta, sobre todo a edades tempranas como la adolescencia. A estas edades el físico cobra una importancia más que notable. Los jóvenes viven obsesionados por su imagen, suelen estar disconformes con su aspecto ya que éste es una rasgo de las inseguridades personales que sienten al no aceptar los cambios tanto físicos como afectivo-mentales que viven, de ahí la importancia de una buena educación en la infancia centrada en la autoestima, auto-valoración y conocimiento del cuerpo para que cuando lleguen a estas edades de transición el proceso de cambio sea lo menos brusco posible.
Desde edades muy tempranas, en la infancia, los niños empiezan a descubrir su cuerpo y como no, los órganos genitales, los cuales por su propio desconocimiento empiezan a generarles cierta curiosidad y en ocasiones pueden ocasionar que tengan un comportamiento socio-sexual no adecuado a su edad. Pueden comenzar a sentirse incómodos ocasionándose ciertos trastornos personales que podrán marcarlos el resto de sus vidas. Nuestra personalidad se forja desde los primeros días de nuestra vida, momento en el que ya interactuamos con los demás. Sin embargo cuando ya lo hacemos de manera consciente nuestras inseguridades pueden vetar e influir en estos intercambios, influyendo, a su vez, en el resto de nuestras interacciones y, por lo tanto, en nuestras relaciones personales y en nuestro autoconcepto, autoestima, seguridad…
La adolescencia es una época de muchos cambios y parece que los jóvenes creen que lo más que pueden controlar es su cuerpo, de ahí que en ocasiones se produzcan trastornos alimenticios para lograr el físico deseado en función de los cánones de belleza establecidos. Por ello es muy importante que obtengan información suficiente.

Un medio para afrontar los nuevos cambios
La educación sexual para niños y adolescentes se hace más que necesaria, como medio para que sean capaces de afrontar los nuevos cambios, ya que hay ocasiones en las que se produce una negación de los mismos y un proceso de conflicto interior llegando a sentirse culpables por unos cambios transitorios que no pueden controlar y que son necesarios y constitutivos de la vida. También debemos guiar a aquellos que se sienten a gusto con los cambios de su cuerpo, ya que a estas edades son muy inexpertos y pueden cometer errores que condicionen el resto de su vida afectivo-sexual.



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