A falta de unos días para que comience el mayor juicio contra la corrupción en España, con 95 acusados, Gutiérrez Valenzuela ha destacado, en una entrevista con Efe, la relevancia de esta actuación policial, que tuvo una consecuencia sin precedentes en la historia democrática española: la disolución de un ayuntamiento (Marbella).
Con la “satisfacción del deber cumplido”, el ex comisario ha subrayado que la investigación resultó un “hito” desde el punto de vista organizativo, además de estímulo para otros casos, ya que se logró la “perfecta coordinación” de los operativos de Policía, la Justicia y Agencia Tributaria.
Ha recordado que fue la primera vez que “se atacó de forma sistemática” una institución con personas elegidas democráticamente y con “mecanismos de poder” como la Policía Local o los funcionarios municipales, que podían haber invalidado el trabajo policial.
“La corrupción estaba ahí” y fue posible abordarla porque hubo un juez -Miguel Ángel Torres- que asumió “el reto” en “íntima conexión” con el fiscal Anticorrupción y la Policía, pese a las dificultades que surgieron “de todo tipo” en la investigación, que arrancó a finales de 2005 y se destapó en marzo de 2006 con la primera fase de detenciones.
De hecho, en un momento determinado, el juez sospechó que podía haber “filtraciones” dentro de la Policía, por lo que determinó que el destinatario de la información sobre la investigación era el entonces comisario provincial de Málaga, sospechas que se confirmaron en el curso de las pesquisas, según Gutiérrez.
En la actualidad, “de lo que fue aquel equipo policial, no queda prácticamente nada, y lo que se hizo, ahí está”, ha manifestado el ex comisario, quien en mayo de 2007 pasó a segunda actividad, mientras que dos de los inspectores del caso solicitaron el traslado a otra unidad por falta de apoyo en la investigación.
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