La medida redundará en la conservación de los hábitats naturales y en la calidad de vida de población expuesta ahora a la iluminación nocturna, según el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo.
El reglamento pretende preservar los hábitats naturales más sensibles a este tipo de impacto ambiental, evitar las intrusiones del alumbrado exterior en el ámbito privado, garantizar el buen funcionamiento de los observatorios astronómicos y mejorar la eficiencia energética.
Las previsiones de Medio Ambiente indican que supondrá un ahorro en el consumo eléctrico del 11%, con lo que dejarán de emitirse a la atmósfera 37.396 toneladas de dióxido de carbono.
Las sanciones por incumplimiento irán desde un máximo de 30.000 euros por falta leve hasta los 60.000 por falta grave.
El Consejo también ha aprobado el Programa Andaluz de Adaptación al Cambio Climático y un decreto que reducirá en una media de seis meses los actuales plazos de tramitación de los permisos de autorización ambiental para proyectos y actividades económicas de menor entidad.
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