El Dolmen de Soto, punto de partida de una ruta megalítica

La Junta de Andalucía está desarrollando un programa de intervenciones arqueológicas en el Monumento Nacional para conseguir su puesta en valor y uso social integral con el objetivo de convertirlo en punto de partida de una ruta megalítica de la provincia.

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  • Visita de las autoridades al Dolmen de Soto de Trigueros. -
El pasado 21 de julio el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Juan José Oña, visitó junto al alcalde de la localidad, Cristóbal Romero, y la directora general de Bienes Culturales del ente andaluz, Margarita Sánchez, el Dolmen de Soto de Trigueros para atestigüar la evolución del programa de intervenciones arqueológicas que tiene lugar en el conjunto megalítico triguereño.

Se trata de un plan que desarrolla una labor de tutela, puesta en valor y uso social integral de este Monumento Nacional para convertirlo en punto de partida de una ruta megalítica de la provincia. Sobre el terreno, se está consiguiendo ampliar la información referente a estos elementos megalíticos, así como analizar el estado de conservación. Los resultados que se están obteniendo han cambiado la percepción del monumento, mostrando una nueva dimensión del mismo.

El programa de intervenciones arqueológicas comenzó en el año 2007. Desde entonces, los estudios realizados en dolmen de Soto están permitiendo contar con la información científica necesaria para garantizar la correcta conservación del dolmen, asegurar la devolución a la imagen que tuvo en sus orígenes mediante una exhaustiva restauración y dotar de contenidos al futuro Centro de Interpretación que se pondrá en marcha en el monumento, a imagen y semejanza del existente en el conjunto dolménico de El Pozuelo (Zalamea).

A raíz de los sucesivos trabajos arqueológicos en la zona, en 2008 apareció un túmulo preservado de más de 80 metros de diámetro, delimitado por un complejo anillo construido con grandes bloques de caliza y conglomerados policromos, rematado con una cubierta de piedras de cuarzo blanco. Este descubrimiento hace que el conjunto sea reconsiderado una de las mayores construcciones megalíticas de Europa occidental. Su técnica, belleza y diseño procuran su permanencia en el tiempo y en el espacio, en tanto a volúmenes y color.

Una joya megalítica al alcance de la mano
Una joya al alcance de la mano. El Dolmen de Soto de la localidad triguereña será la primera etapa de una carrera megalítica provincial compuesta por los conjuntos dolménicos de Beas, Valverde del Camino, El Pozuelo y el propio Trigueros. Razones más que notables para que los onubenses se sientan afortunados.

En concreto, el Dolmen de Soto data de la Edad del Cobre, que en Andalucía ocupa el tercer milenio y parte del segundo, hasta el año 1700 antes de Cristo. Se encuentra sobre el Cabezo de Zancarrón, en la finca La Lobita, perteneciente al término municipal de Trigueros y fue descubierto en 1922 por don Armando de Soto, de quien recibe el nombre.

El Dolmen de Soto pertenece a la familia de los ‘corredor largo’, un conjunto de dólmenes yuxtapuestos, siendo el más grande de los encontrados en la provincia de Huelva y uno de los mayores de la Península Ibérica. Está formado por una cámara y un corredor en ‘v’ que se ensancha hacia una cámara mortuoria, donde recibieron sepultura ocho cadáveres en siete sitios diferentes. Está orientado de Levante a Poniente, de tal manera que los primeros rayos de sol del día avanzan por el corredor y se proyectan en la cámara durante unos minutos, en un rito donde quizás los difuntos renacían de la vida de ultratumba, bañados por la luz solar.

Las paredes presentan restos de grabados y pinturas que se corresponden con los restos humanos y de útiles allí encontrados. La cubierta está compuesta por grandes piedras, de las cuales faltan las últimas de la galería, que seguramente, fueron utilizadas para la construcción antes de descubrirse.

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