"Si se realizase esta adaptación, existirían aulas suficientes en el centro para que estos alumnos estuviesen hasta 3 años, tiempo más que suficiente para inaugurar el nuevo colegio si la administración cumpliese el plazo de 2 años prometido para inaugurar el nuevo colegio. ¿Acaso la Delegación de Educación y el Ayuntamiento de San Fernando no creen en los plazos que ellos han establecido para inaugurarlo?", dice la formación política.
El Ayuntamiento de San Fernando ha comunicado a los padres que son necesarios 5 ó 6 meses para los trámites administrativos pertinentes, tras lo que quedaría licitar la obra y aprobarla. UPyD le reclama a las administraciones implicadas "máxima celeridad en estas gestiones", porque los plazos máximos de los trámites administrativos pueden reducirse, y a su vez podría aprovecharse para finalizar el diseño del nuevo colegio, de manera que cuando se finalicen estos trámites no haya nuevos retrasos en este proceso que ya han dilatado demasiado cada una de las distintas administraciones.
UPyD ve más allá y opina que este asunto es consecuencia de la "improvisación" y vuelve a llamar la atención al Consistorio isleño sobre su falta de planeamiento de equipamientos en Camposoto. Este sector de la ciudad tiene deficiencias en todos los sentidos: salas de estudio, equipamientos deportivos vecinales, etc. Y en esta dinámica, los colegios han salido a la palestra, pero UPyD llama la atención a la Delegación de Educación y al Ayuntamiento de San Fernando porque ya deben empezar a gestionar la construcción de un nuevo IES, porque ya hay casi 100 niños de entre 3 y 4 años que están reubicados, y cada año son más de 30 los nuevos alumnos que encuentran problemas para ingresar en los colegios de Camposoto. En apenas 5 años estos mismos padres que hoy reclaman un colegio tendrán que volver a salir a la calle para pedir un IES para sus hijos, dice UPyD.
"Hay que saber que Camposoto es el sector de la ciudad que posee la población más joven de todo San Fernando, y los equipamientos públicos deben ir en consonancia a sus necesidades. Pero mientras sus vecinos pagan religiosamente sus altísimos impuestos locales, los servicios que les ofrecen no se ven correspondidos. Camposoto, Casería y Bazán no están en el centro, pero no pueden ser tratados como periferia".
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