Concluído el cuarto lunes festivo en la ciudad de Valencia, llega el momento de hacer balance del proyecto piloto planteado por el alcalde Joan Ribó que contempla la implantación de semanas de cuatro días laborales.
Los pequeños comerciantes ya han mostrado su descontento con este experimento. El sector considera que, después de las consecuencias que ha dejado la pandemia, no estamos en el momento adecuado para llevar a cabo este cambio.
En esta línea, el presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia, Borja Ávila, ha señalado en Noticias 8 Mediterráneo que "nunca hemos querido ser partícipes de este experimento" porque "consideramos que este tipo de cosas se deben hacer en épocas de bonanza y no de recuperación".
Los días de trabajo se reducen a 21 en un mes que, habitualmente, es de muchas ventas. "Abril y mayo son los meses más fuertes para el comercio. Es un 20% menos de días y las sensaciones son malas porque al final son muchos festivos acumulados seguidos", asegura Ávila.
A falta de conocer el balance final del impacto económico de los festivos en el pequeño comercio, desde el sector auguran pérdidas más que evidentes durante el mes de abril.
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