Arcos

Nuestra Señora de La Soledad y el Santo Sepulcro representan en Arcos la muerte del Señor

La hermandad adelantó su salida y entrada en el templo mostrando una imagen inédita por la presencia de la luz de la tarde del Viernes Santo

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Procesión del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad.

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Procesión del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad.

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Procesión del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad.

Jesús ya ha muerto y su Madre, Nuestra Señora de La Soledad, no puede más que llorar la pena por el Hijo ido, que se muestra a los ojos de arcenses y visitantes en su urna de cristal. Es la panorámica sentimental que deja la procesión que cierra la Semana Santa plástica en Arcos la noche del Viernes Santo. La hermandad dirigida por el hermano mayor Paco Valle, como primera novedad, adelantó su salida una hora, a las 19.00 horas, y su retorno al templo de San Pedro Apóstol a eso de las 00.30 horas. Ello obedece al deseo de la Corporación de no cansar más de la cuenta a los numerosos niños y niñas que toman parte en la procesión. Eso como primera justificación, además de cumplir con el horario fijado por la carrera oficial. No obstante, este adelantado horario permitió presenciar el desfile desde otra perspectiva, con la luz de la tarde que dejó una imagen inédita de las sagradas imágenes.

Tras una salida muy concurrida que se dejó notar con un atrio parroquial repleto de público y de gente del barrio, la procesión tomó por las calles Cadenas, Bóvedas, Boticas, plaza Boticas y otros lugares del casco antiguo donde se luce especialmente el esfuerzo costalero. Tal y como se había previsto para cumplir igualmente con la carrera oficial, la cruz de guía se situó a las 20.30 horas en la plaza del Cabildo para detenerse en Santa María para la realización de la estación penitencial. Luego, y como segunda principalísima novedad, la hermandad bajó por calle Nueva hasta la Corredera y después, tomando por la calle San Miguel, pasó por primera vez por Paseo de Boliches, que así se sumaba al itinerario de la hermandad.  

En cuanto a los estrenos que afectan a los enseres y al patrimonio artístico de la cofradía, este año se pudo lucir el nuevo canasto del paso del Santo Sepulcro de Cristo ya con su talla completamente finalizada.

Dado que se trata de una procesión de máximo respeto por lo que representa, el paso del Señor quedó acompañado por un trío de música de capilla, mientras que el bello palio de Nuestra Señora de La Soledad fue escoltado por los sones de la Banda Municipal Vicente Gómez Zarzuela.

La cofradía del Viernes Santo cerró así una espléndida Semana Santa que esta vez sí pudo culminar con todas las procesiones acabando la carrera oficial y con ello cumpliendo el deseo de las miles de personas que dan vida a las diez hermandades de penitencia de la ciudad.

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