Según han informado a Efe fuentes judiciales y del TSJA, el nuevo imputado, S.R.D., era un cuidador de noche laico y lleva tres años sin trabajar en este centro, por lo que no se ha tomando ningún tipo de medida cautelar.
Además, en la jornada de hoy han declarado otras tres personas, todas ellas en calidad de testigos.
En declaraciones a la prensa a la salida de los juzgados, una de las testigos, una cuidadora que lleva cinco años trabajando en el centro, ha asegurado que "nunca" ha presenciado maltratos ni abusos a los internos y ha asegurado que M.O., -religioso encargado del centro y persona reconocida en Córdoba por su trabajo con los discapacitados a la que la jueza le imputa un delito de maltrato habitual y otro de abusos sexuales- es como un "padre" para estas personas.
"Puedo jurarlo ante una biblia. En cinco años que llevo trabajando aquí no he visto nada, pero que la Justicia hable si son culpables, aunque sería una gran sorpresa para mí", ha dicho.
"Lo único que ha hecho es luchar por los discapacitados. Para él son siempre lo primero", ha indicado esta testigo, quien ha asegurado que teme que todo este caso se deba a una "venganza de gente que ha perdido privilegios dentro del centro", al tiempo que ha sostenido que no podía hablar mucho porque podría ser demandada.
De hecho, ha sostenido que una compañera de trabajo que hizo declaraciones a la prensa en este sentido ha sido amenazada.
Por otra parte, fuentes judiciales han explicado a Efe que la investigación del Juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba -que lleva más de mes y medio analizando este caso- surge de una denuncia anónima en la que se detalla con todo tipo de detalle los presuntos abusos cometidos en el centro.
Sin embargo, otras fuentes aseguran que, además de esta denuncia anónima existen otras, una de las cuales está firmada por un trabajador del centro que, al parecer, mantenía una relación de enemistad manifiesta con los imputados, una tesis que reafirman fuentes de la Asociación de Amigos de la Cruz Blanca -asociación benéfica e independiente de la congregación-, así como otra cuidadora del centro.
Por su parte, otra testigo que ha declarado hoy, una cuidadora que trabajó en el centro hace tres años, ha explicado a los periodistas que los discapacitados tienen una imaginación "bastante abierta", por lo que "posiblemente hayan fantaseado porque, si alguien insiste en preguntarle, ellos empiezan a imaginar y a soñar".
Tras asegurar que nunca ha presenciado malos tratos en el centro, ha explicado que cuando uno de estos chavales hace algo malo, a veces hay que darle un "cachete".
Ha sostenido que los internos están correctamente atendidos y sólo ha tenido buenas palabras para los dos religiosos imputados, especialmente para M.O., de quien ha dicho que es como un "padre" para ellos.
Sin embargo, otros testigos que han declarado en el juzgado desde que hace mes y medio se abrió la investigación sostienen que presenciaron malos tratos a los internos, según han informado a Efe fuentes del caso.
Con esta nueva imputación, ya son tres los implicados en este caso después de que el pasado miércoles el juzgado imputara a dos religiosos de la Casa de San Francisco de Asís un delito de abusos sexuales y maltrato contra los internos.
En concreto, a M.O., encargado del centro, se le imputa un delito de abusos sexuales y otro de maltrato habitual a los residentes, mientras que a F.G. sólo se le imputa uno de abusos sexuales.
Ésta es la segunda causa abierta en los juzgados de Córdoba por casos de este tipo, ya que en el verano de 2009 un hombre, aspirante a entrar en la congregación pero totalmente ajeno a ella, fue detenido por haber abusado presuntamente de uno de los internos de este centro, hechos por los que se encuentra en prisión a la espera de que se celebre el juicio, previsiblemente en junio.
La congregación apela a la presunción de inocencia
Por su parte, los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, congregación a la que pertenecen los dos religiosos imputados, mostraron la creencia en la acción de los jueces y apelaron al principio de presunción de inocencia.
En un escueto comunicado facilitado a Efe, los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca expresaron "el dolor" que esta situación está produciendo en los religiosos, familias de residentes, colaboradores y trabajadores del centro que esta congregación tiene en Córdoba.
"Garantizamos la plena normalidad en el funcionamiento del centro y aseguramos la calidad en la atención debida a los usuarios", añade el comunicado, en el que la congregación agradece el "apoyo, solidaridad y cercanía de instituciones, comunidades, particulares, familiares y amigos en estos momentos de sufrimiento".
Los Franciscanos de la Cruz Blanca mostraron su colaboración con la justicia y el convencimiento de un final "justo para todos", ya que creen "firmemente en la acción de los jueces, en el esclarecimiento de los hechos y también, en el principio de presunción de inocencia".
Mientras, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, sostuvo que será la justicia la que dictamine sobre estos presuntos abusos sexuales y afirmó que España es un "estado democrático" en el que se debe respetar los poderes del Estado, por lo que consideró que "lo mejor que se puede hacer es respetar y esperar a que la justicia actúe".
De este modo, instó a esperar al dictamen de los tribunales para hacer consideraciones sobre las consecuencias que podría tener el asunto en el seno de la Iglesia en el caso de que los imputados sean declarados culpables.
"En un Estado como el nuestro, hay medios para verificar si es verdad o es mentira y no me corresponde a mí ni a vosotros" en alusión a los medios de comunicación, apostilló el obispo.
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