Puyol recordó que el conjunto que dirige Javier Clemente "se lo juega todo" en el Camp Nou, ya que está luchando para evitar el descenso. "Sabemos –dijo– que no hay partidos fáciles y que éste será especialmente complicado".
Por este motivo, el central azulgrana tiene claro que el equipo no va a pecar de exceso de confianza, "aunque la ansiedad sí puede ser un punto importante a controlar", matizó.
Además, la baja por sanción de Xavi Hernández es un contratiempo para los de Guardiola. "Es una desgracia que no pueda estar, porque Xavi dirige el equipo y es un jugador básico para nosotros, pero tenemos jugadores que también pueden hacer lo que él hace", ha comentado al respecto.
Uno de ellos es Andrés Iniesta, quien ayer volvió a entrenarse con el grupo tras un mes alejado de los terrenos de juego por una lesión muscular. El centrocampista albaceteño podría precipitar su vuelta para ayudar al Barça a reeditar el título de Liga.
Puyol tiene claro que, si él fuera Iniesta, arriesgaría –“yo siempre soy partidario de jugar", apuntó–, pero también que debe ser el de Fuentealbilla quien decida "según sus propias sensaciones" y, en última instancia, los médicos.
Antes de empezar la sesión de entrenamiento de ayer del Barça, Iniesta recibió una sonora ovación y la felicitación de todo el grupo, no sólo por su recuperación, sino porque el centrocampista también cumplía ayer 26 años.
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