Según explicó la UO en un comunicado, los desprendimientos de cascotes obligaron a instalar una red para reducirlos y evitar el “considerable riesgo” que suponen para la integridad de los inquilinos y los viandantes.
En este sentido, matizó que la justificación para mantener a “más de 80 familias en un cuartel ruinoso” no es la crisis económica, ya que la nueva Comandancia está construida y “aunque el Ayuntamiento de Cádiz ha puesto el flamante edificio a disposición del Ministerio del Interior, el señor Rubalcaba parece no tener el más mínimo interés en que sea habitado por los guardias civiles”.
La Unión de Oficiales abundó que el Ayuntamiento gaditano pagó “más de seis millones de euros” por el acuartelamiento, que fue puesto a disposición de Interior el pasado 31 de diciembre, aunque a día de hoy es “un edificio fantasma”.
Del mismo modo, apostilló que la inexistencia de buzones de correos o la falta de una valla de madera para la seguridad de los niños que delimite los columpios instalados entre las viviendas y los estacionamientos son las razones esgrimidas para que los guardias civiles aún no estén ocupando ya sus viviendas.
Solución
Por ello, exigió una solución “urgente y satisfactoria” para que los guardias civiles de la capital gaditana y sus familias puedan disfrutar los más rápidamente posible de sus nuevas viviendas.
Hay que recordar que el Ayuntamiento dio un plazo de seis meses al Ministerio del Interior para la entrega del viejo cuartel de San Severiano. Un plazo que se cumple a finales del mes de junio. La pasada semana, INFORMACIÓN adelantó que los guardia civiles gaditanos no han recibido aún ninguna indicación para comenzar con la mudanza, cosa que ya se hizo con las dependencias oficiales.
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