Trece jienenses se forman para ser futuros sacerdotes

El perfil del seminarista es el de una persona joven que ha terminado la Selectividad e incluso que ha comenzado una carrera y decide servir a la Iglesia

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  • En el centro, el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, con el equipo del Seminario y los seminaristas futuros sacerdotes de la Diócesis. -
  • El rector, Pedro Ortega Ulloa, reconoce que preocupa la falta de vocaciones
En el Seminario se forman 13 jóvenes que se convertirán en los futuros sacerdotes destinados a ser los servidores de Jesucristo y de su Evangelio para todos los fieles diocesanos y hoy festejan el Día del Seminario con la celebración de una campaña que lleva el título de ‘El sacerdote, testigo de la misericordia de Dios’ y que hoy se desarrollará en Bailén y La Carolina.

El próximo domingo, el obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, presidirá la misa en la Catedral, a las 12 del mediodía, donde se celebrará el rito de admisión a órdenes sacerdotales. Los seminaristas Juan Carlos Torres y Germán García se convertirán en presbíteros. “La Iglesia de Jaén necesita de todos sus diocesanos para que el Seminario cumpla con sus objetivos, para que surjan y se fomenten las vocaciones y para que se cuiden, se desarrollen y lleguen a su término en el Seminario”, explica Ramón del Hoyo en una carta pastoral.

Sin embargo, el número de seminaristas ha bajado en los dos últimos años según aclaraba el Rector del Seminario, Pedro Ortega Ulloa. “El perfil del seminarista es el de una persona joven que ha terminado la Selectividad o que incluso ha comenzado una carrera universitaria y que decide formarse para servir a la Iglesia. Proceden de ámbitos rurales y urbanos, y de ambientes sociales y culturales muy diferentes”, apunta el Rector del Seminario.

Igualmente, muestra su “preocupación por la falta de vocaciones sacerdotales”, recordando que en la capital hay curas suficientes, mientras que en las comarcas no todas las parroquias tienen un sacerdote, sino que éstos se encargan de más de una.

“Si una parroquia no habla en las homilías, catequesis, diálogos espirituales y procesos formativos de la vocación al sacerdocio, le está faltando algo importante. Es como si nunca hablara y se sintiera responsable de los débiles”, comentaba Pedro Ortega.

En los últimos cinco años se han ordenado como sacerdote 25 jóvenes y en la provincia trabajan 260 curas. Finalmente, lanzan un mensaje a las familias, que tienen un papel “no menos relevante” en la llamada de los jóvenes al sacerdocio.

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