Esos programas, referidos tanto a mejora de los sueldos como de las instalaciones, con residencias para tropa, suboficiales y oficiales, adecuación de buques e incentivos para encontrar empleo tras el periodo en filas, se dan por buenos siempre y cuando no sea a costa de descuidar a otro de los sostenes de las Fuerzas Armadas, el personal civil.
Y eso es lo que se protesta desde el sindicato UGT- Federación de Servicios Públicos de Cádiz, una supuesta “discriminación” entre un personal y otro, con el agravante de que el personal civil lleva la friolera de veinte años cuesta abajo y con la conciencia de que empieza a estorbar en las Fuerzas Armadas, toda vez que muchas de las labores que hace están siendo “externalizadas”. De ahí a saber sin que nadie se lo diga que en la Carraca están sólo hasta que se jubilen o hasta que acepten un traslado, sólo hay un paso.
Y es precisamente en la puerta del Arsenal de la Carraca donde va a tener lugar mañana entre las once y medio y las doce de la mañana una concentración de trabajadores para explicar lo que está ocurriendo y que sintetizan en el nuevo golpe de tuerca a la Relación de Puestos de Trabajo.
En un comunicado previo remitido hoy, FSP-UGT, manifestaba que la ausencia de perspectivas y de carrera profesional en que se ha dejado al 80 por ciento de la plantilla de la Relación de Puestos de Trabajo del personal funcionario del Ministerio de Defensa, no ha hecho más que empeorar la situación de este colectivo, que por prestar servicios como personal civil en este Ministerio, “es sancionado en sus condiciones de trabajo en relación al personal del propio Departamento de Defensa al que dedica generosos recursos económicos y materiales, y en relación al resto del personal funcionario de la Administración General del Estado”.
No hay negociación
Esa “precaria” situación que los funcionarios de Defensa vienen padeciendo a lo largo de las últimas dos décadas, sólo ha tenido una respuesta por parte de la Administración, “discrecionalidad y ausencia de negociación con las organizaciones sindicales representativas del personal civil”.
Lo que pide UGT-FSP no es otra cosa que el compromiso de la Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa para equiparar a todo el colectivo de personal funcionario con el resto de los empleados públicos.
“Sólo la objetividad y la transparencia deben presidir la modificación de los puestos de unos trabajadores, cuyas ocupaciones de apoyo a las tareas operativas de las Fuerzas Armadas se desempeñan, en la mayoría de los casos, en establecimientos militares que por sus características y por su situación, conllevan muchas dificultades que agravan las condiciones de estos puestos de trabajo, sin que esta circunstancia sea profesionalmente contemplada”, dice el sindicato.
Y eso lo dirán en un centro de trabajo que se ha vaciado de contenido y permanece como puramente testimonial a la espera de quedarse sin personal civil y echar el cerrojo. Los trabajadores carraqueños no saben lo que es ver una cara nueva por allí, que no sea la de un nuevo almirante y lo
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